Los 30 detenidos por los disturbios en las adyacencias del estadio «Monumental» que provocaron la postergación de la revancha de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca declararon hoy, tras lo cual quedaron en libertad porque no presentaban antecedentes penales.
El Ministerio Público Fiscal informó que los 30 detenidos por los incidentes en la previa del fallido partido entre Boca y River quedaron el libertad. Todos fueron imputados por «atentado y resistencia a la autoridad», por la fiscal Adriana Bellavigna en los incidentes ocurridos en la tarde del sábado en las cercanías del estadio de River. Luego de ese paso procesal todos fueron puestos en libertad, con una medida cautelar de no poder acercarse a un radio no menor de 500 metros a «Monumental» y, en caso de que no cumplieran con esta restricción, inmediatamente se les revocará la libertad y serán nuevamente detenidos. Esta medida fue homologada por la jueza María Julia Correa, titular del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Número 28 y se indicó que los imputados fueron liberados porque no presentan antecedentes penales. Por su lado, el defensor Sergio Pistone de la Defensoría penal número 14 de la Ciudad de Buenos Aires señaló que 29 personas fueron indagadas a partir de las 8.00 de esta mañana y a las 15.00 recuperaron la libertad. En tanto, el restante implicado en el episodio salió en libertad desde el Hospital Rivadavia donde se encontraba alojado sin que le hayan puesto en conocimiento los cargos que se le formulan. Según se supo, los defensores van a analizar la prueba (videos) para ver si a las 30 personas se las ve haciendo algo, pero trascendió que ninguno habría participado en el incidente del ómnibus que trasladaba al plantel de Boca. Los incidentes comenzaron alrededor de las 15:00 del sábado en el cruce de las avenidas Del Libertador y Lidoro Quinteros, a unas cinco cuadras del estadio, donde decenas de hinchas de River se encontraban en el momento en el que el mencionado micro de Boca pasó por allí escoltado por policías. En ese momento varias ventanillas del ómnibus se rompieron, incluyendo la del conductor, tras el ataque con piedras y otros elementos, e inmediatamente después de ese ataque, de acuerdo con el dirigente de Boca César Martucci, efectivos policiales arrojaron gas pimienta en un intento de dispersar a los agresores. Una segunda oleada de incidentes ocurrieron luego de la postergación definitiva del partido y tuvo nuevos detenidos y otros tantos demorados, a la espera de la resolución judicial. En ese sentido, según explicaron, fue por «incitación a la violencia», una contravención que se castiga con multas o días, meses o un año de cárcel.