Te quita el sueño, te eleva la adrenalina y mucho más. Entérate lo que sucede cuando te tomas una tacita de esta bebida.
1. Supresor de sueño
La adenosina es una molécula que realiza una importante función en los procesos del cuerpo humano. Esta molécula tiene propiedades sedantes y da sueño una vez que se libera. La cafeína ayuda a bloquear el receptor de la adenosina. Por eso, el café “quita” el sueño.
2. Hacer cosas
¿Cuántas veces nos hemos amanecido haciendo tareas acompañados de una taza de café? La cafeína no solo quita el sueño como se explicó en el punto 1, sino también ayuda a ejecutar alguna idea. No es que ayude a la creatividad, sino que si ya se tiene algo planificado, el café ayuda a que nuestro cerebro lo ejecute.
3. Tiempo de efectividad
Cuando tomas café, uno se siente más concentrado, energético y despierto. ¿Pero cuánto es el tiempo que toma sentirse así? El efecto de la cafeína tarda en llegar al cerebro 5 minutos en promedio.
4. Genera Tolerancia
El mismo efecto de estimulación del cerebro no se consigue si se toma una taza de café todos los días. Aunque se tome pocas cantidades de café, se va generando tolerancia. Esto quiere decir que si tomas media taza de café o tres tazas de café diarias, necesitarás más de la dosis previa porque el efecto no será el mismo.
5. Produce adrenalina
Al tomar café se genera más actividad celular por la falta de sueño. Por eso, la glándula pituitaria (encargada de regular la mayoría de los procesos biológicos) percibe esto como una situación de alerta y genera la adrenalina. Lo negativo de esto es que nuestros músculos se tensan y aumentan los latidos del corazón. Si se toma café con precaución podrás mantenerte con energía todo el día.