Los extraños hechos que rodearon la muerte del fiscal Nisman
La muerte del fiscal Nisman sigue siendo un hecho con muchas cosas por resolver pese a que se pasaron casi 3 años. Tres días antes de que Alberto Nisman apareciera muerto con un disparo en la cabeza en su departamento del complejo Le Parc, de Puerto Madero, se cortó la luz en esos edificios. Así lo declararon ante la Justicia vecinos que viven o vivían allí. El juez de la causa, Julián Ercolini, y el fiscal que instruye el expediente, Jorge Taiano, sospechan que ese apagón produjo un “evento al menos sugestivo” que desencadenó en muchos otros más. De acuerdo a una pericia hecha por la Gendarmería Nacional, Nisman murió entre la noche del sábado 17 de enero y las primeras horas del día siguiente. Ercolini escribió en el auto de procesamiento del acusado de ser el partícipe necesario del asesinato de Nisman, Diego Lagomarsino, que la falta de luz en Le Parc que se habría producido aquel día coincidió con “trabajos y reparaciones” de las cámaras de seguridad del complejo. A lo que se sumaron también arreglos en las redes que proveían internet vía wi-fi a los vecinos de las torres. La Justicia sospecha que que quizás allí se podría encontrar una pista crucial para descubrir por qué pasó lo que pasó el domingo 18 en esos rascacielos que se elevan al cielo hasta alcanzar los 50 pisos de viviendas. El domingo 18 de enero de 2015, el día que Nisman fue encontrado tirado sobre su propia sangre y con su cuerpo tapando una pistola 22 en su propia casa, el ex director de Reunión de Inteligencia, Fernando Pocino llamó y habló con el subjefe de la SIDE, Martín Mena, que utilizaba un celular registrado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Eso pasó 4 minutos y 26 segundos después de que los custodios de Nisman entraron a Le Parc a buscar a su custodiado, al que ya no volverían a ver con vida. La Justicia considera que también en ese punto hay un nudo que, de desatarse, podría aportar respuestas determinantes sobre el homicidio que continúan investigando. El ex jefe de Reunión de la ex SIDE llamó a las 13:45:41 al teléfono de la Jefatura 2 del Estado Mayor del Ejército, César Milani, hoy preso con preventiva acusado de haber cometido delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar. Luego, el ex agente Pocino “se comunicó (o intentó hacerlo)” -detallaron Ercolini y Taiano- con el subjefe de la ex Side K, Mena. Mena está procesado sin prisión preventiva por su participación en esta trama, en una causa que instruye el juez Claudio Bonadio. Para Ercolini, según escribió en el dictamen donde pide que se cite a indagatoria a Lagomarsino como posible partícipe del asesinato de Nisman, estos llamados forman parte de lo que describe como “sucesos concatenados que tuvieron lugar a lo largo de un período de tiempo relativamente corto -un fin de semana- durante el cual resulta posible ver numerosas actividades que confluyeron entre sí y que conformaron la compleja historia que concluyó con la muerte violenta que es centro de esta pesquisa”. Fueron los custodios Niz y Miño quienes no hicieron nada para entrar a la casa del fiscal muerto a pesar de que éste no les atendía los teléfonos, de que los diarios que Nisman había pedido el domingo 18 de enero estaban aún en la puerta de su departamento desde las 7:30 u 8:00. Y a pesar también de que el auto privado del fiscal se encontraba estacionado en las cocheras de Le Parc. Además, desde la calle de Puerto Madero se podía divisar que las cortinas del departamento en el piso 13 que debía haber estado custodiado estaban cerradas. Así trabajaba Nisman cuando se concentraba en sus denuncias. La secretaria de la fiscalía AMIA de Nisman, Soledad Castro, había intentado comunicarse desde temprano con su jefe. Pero no la atendió. Los custodios Niz y Miño fueron a buscar a su casa a Sara Garfunkel y la llevaron hacia Le Parc. Dos veces. Garfunkel no lograba abrir la puerta de servicio del departamento del fiscal. Pero, aún así, Miño y Niz le insistieron para entrar a la casa de su hijo