Subtítulo: Los hermanos Hunt, magnates del petróleo, protagonizaron una de las mayores manipulaciones del mercado de la plata en la historia de EE. UU.
Llegaron a acumular casi toda la plata del mundo.
Conocidos por su fortuna petrolera, los hermanos Hunt se hicieron célebres tras llevar a cabo una operación de especulación que sacudió los cimientos del mercado estadounidense.
Los inicios de la fortuna
La fortuna de los Hunt comenzó con su padre, Haroldson Lafayette Hunt, quien inició su carrera con una plantación de algodón en Arkansas, aunque rumores apuntan a que otros negocios menos convencionales lo ayudaron a despegar.
Más tarde se adentró en el negocio petrolero, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos del país. Su figura polémica fue inspiración para el personaje de la serie «Dallas», y su apoyo a causas de extrema derecha le valió críticas.
Un legado de especulación
Haroldson tuvo 14 hijos, y tres de ellos, Nelson Bunker, William Herbert y Lamar, se convirtieron en protagonistas de un escándalo financiero al manipular el precio de la plata, acaparando más reservas que muchos países.
El auge de la plata
La obsesión de Nelson Bunker por la plata surgió tras la nacionalización de sus pozos de petróleo en Libia en 1973. Junto a sus hermanos, comenzaron a adquirir enormes cantidades de plata, comprando millones de onzas y desviando lingotes a Suiza bajo estricta seguridad.
Fiebre de plata en 1979
El precio del metal comenzó en apenas 3 dólares la onza y, gracias a su acaparamiento, alcanzó un histórico récord de 50 dólares en enero de 1980. Este fenómeno se tradujo en una inversión masiva, incluyendo a simples ciudadanos que vendían sus joyas.
Se estima que los Hunt tenían bajo su control más de 40 millones de onzas de plata física y un tercio de las reservas mundiales no pertenecientes a gobiernos.
Colapso y consecuencias
A medida que los precios se disparaban, crecieron las sospechas sobre los hermanos. En enero de 1980, la bolsa implementó medidas para controlar la situación, lo que llevó a una caída evitable en los precios, sellando el destino de los Hunt.
El pánico estalló el 27 de marzo de 1980, conocido como el «Jueves de Plata», cuando el precio se derrumbó a 10 dólares. Los hermanos pasaron de ser unos de los más ricos a enfrentarse a enormes deudas.
El juicio
Ocho años después de la debacle, Nelson y William fueron hallados culpables de conspiración y manipulación, aunque no enfrentaron penas criminales. En la corte, se evidenció su extendida influencia, incluso con conexiones en la élite saudí.
A pesar de las multas y sentencias, los Hunt mantuvieron su riqueza a través de sus otras inversiones, aunque la familia se declaró en quiebra en 1986 y 1988.
Legado y actualidad
Hoy, la familia Hunt sigue activa en el sector energético y otras inversiones. Los escándalos de antaño no han logrado desvanecer la presencia de una de las dinastías más controvertidas de EE.UU.
