El ignoto empresario Carlos Tomeo, denunciado por la diputada Elisa Carrió, vive como un magnate. Luego de que el año pasado le encontraran cerca de 4 millones en efectivo en su casa, ahora la Justicia descubrió en una serie de allanamientos realizados ayer un botín fabuloso: una flota de 19 autos de lujo, una suma de 900 mil dólares y un microcine en su mansión del country Abril, de Berazategui.
La instrucción, ordenada por el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, secuestró la documentación de cinco BMW, un Porsche, un Camaro blanco, una Ferrari de 2008, un Volkswagen Golf GTI, una moto Ducati, una Agusta y dos jet ski. El lujo de Tomeo está también en los pequeños detalles: los vehículos estaban guardados sobre un coqueto piso de mármol de Carrara. Los investigadores, además, advirtieron que la esposa tiene una colección de 100 pares de zapatos.
El mobiliario tampoco escatimaba suntuosidad. La propiedad del empresario hotelero y tabacalero contaba con un microcine, un simulador de manejo de autos de carrera y un helipuerto en la terraza, además de una pileta climatizada en el subsuelo y una cocina con cinco hornos, según publicó hoy el diario Clarín.
En cuanto al dinero, el juez Villena secuestró al menos unos 900.000 dólares y dos millones de pesos en efectivo. Se incautaron también tres armas con los papeles en regla.
El abultado y oneroso inventario fue encontrado en una mansión del country Abril en la que Tomeo aún no vive, pero adonde tenía planeado mudarse a la brevedad. En total, hubo 20 allanamientos a propiedades vinculadas a su nombre, entre las que están involucradas tres escribanías, cuatro concesionarias de autos de Quilmes, cuatro campos con unas 2.000 cabezas de ganado y las cajas de seguridad atribuidas a Tomeo en una sucursal del Banco Comafi, en Quilmes.
Uno de los operativos tuvo un tratamiento específico. El procedimiento llevado adelante por el campo «Ana José» fue efectuado por personal de Gendarmería Nacional. Esas tierras fueron compradas por Tomeo en 2011 a una firma atribuida al narcotraficante colombiano Ignacio Álvarez Meyendorff, extraditado a los Estados Unidos en 2013.
Tomeo es dueño de la tabacalera Espert S.A. Sobre él pesa una investigación por una posible evasión de impuestos de 1.000 millones de pesos, lavado de dinero y otros presuntos delitos. Para Carrió, el tabacalero tuvo un crecimiento inusitado de su fortuna con dinero proveniente de la política y del narcotráfico, que luego era blanqueado a través de la compra de propiedades y otros bienes.
En uno de los primeros allanamientos realizados en la casa de Tomeo el año pasado, la juez María Servini de Cubría encontró más de 4 millones de pesos y una caja con una veintena de relojes de lujo. En esa causa, la magistrada busca determinar si el empresario blanqueó dinero de la corrupción, mientras que Villena quiere esclarecer si hubo lavado de dinero del narcotráfico.
La casa de Tomeo en el barrio privado tiene dimensiones gigantescas, con 23 habitaciones, 16 baños y piletas climatizadas.