Los peligros que esconde el polvo en nuestras casas
Un grupo de investigadores de la Universidad George Washington (EE.UU.), junto con otras instituciones norteamericanas, analizó el polvo doméstico en 14 estados de país y encontró que este guarda decenas de sustancias químicas nocivas, muchas de ellas cancerígenas, causantes de problemas de fertilidad e incluso vinculadas a trastornos neuronales y de desarrollo de los bebés.
De acuerdo con el estudio, publicado en la revista ‘Environmental Science & Technology’, las partículas de polvo no solo son portadoras de bacterias, ácaros y otros microorganismos, sino que en ellas se deposita todo un «universo de productos químicos tóxicos» provenientes de productos de limpieza, electrodomésticos, perfumes y todo tipo de muebles.
Veena Singla, coautora de la investigación y miembro del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales de Nueva York (EE.UU.), señaló en el blog del grupo que se encontraron 45 productos químicos tóxicos, 10 de los cuales estaban presentes en el 90% o más de las muestras de polvo. Entre ellos se destacan los ftalatos, fenoles y retardantes de llama, empleados con frecuencia en vinilos (PVC), esmaltes, cosméticos, pinturas, juguetes, electrónicos y disolventes.
Aunque otros estudios han vinculado el exceso de limpieza con el aumento de las alergias y el asma en los niños debido a la falta de exposición a diversos microbios, la presencia de sustancias como el trifenil fosfato, un retardante de llama con propiedades cancerígenas conocidas usado en alfombras y productos para bebés, plantea otra preocupación. Por ello, Singla advierte que en particular los niños son más vulnerables a sus efectos sobre la salud, ya que a menudo se arrastran por el suelo y se tocan la boca.
El uso de algunas de estas sustancias en productos infantiles fue prohibido, y muchas otras han sido sacadas por completo del mercado. Sin embargo, varias sustancias peligrosas siguen utilizándose ampliamente en la fabricación de objetos o como componentes de materiales y su presencia dentro de los hogares es alarmante. Por tanto, los expertos aconsejan lavar con frecuencia las manos con agua y jabón no perfumado antes de comer y mantener una cantidad mínima de polvo eliminándolo con un paño húmedo, así como lavar regularmente los pisos y usar una buena aspiradora.