«Más de 65 millones de personas en el mundo, más que la población de Francia o de California y Texas juntas, obligadas a dejar sus propias casas. Más de la mitad son niños», destacó Obama y prometió que intentará que su país, un protagonista o actor influyente en muchos de los conflictos que expulsan a estas personas, se convierta en el principal receptor de demandantes de asilo. «Responder al actual desafío sin precedentes requiere que se haga más», agregó el presidente estadounidense en un comunicado, citado por la agencia de noticias ANSA. A la hora de adelantar cuáles serán sus propuestas concretas, Obama prometió que, en septiembre próximo, al margen de la Asamblea General de la ONU, convocará a una cumbre de líderes mundiales para tratar el número inédito de refugiados en todo el mundo. Pese a que el último año y medio, medios internacionales denunciaron la aparición de una crisis de refugiados en Europa, lo cierto es que la mayoría de los 65 millones viven, en condiciones infrahumanas, en abarrotados campos de refugiados, en general en países vecinos al suyo, en Medio Oriente y África, principalmente. Hoy el Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados difundió su informe anual sobre el estado de situación mundial y advirtió que la escalada del número de personas que se ven obligadas a dejar todo atrás, incluido su país, representa «un nivel de riesgo sin precedentes» para ellos y para el mundo entero.
“Los refugiados viven un sufrimiento humano casi inimaginable”, dijo Obama
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