Ayer, durante su conferencia de prensa habitual, el portavoz presidencial estadounidense, Josh Earnest, señaló que Obama podría cumplir su promesa de campaña de cerrar la cárcel militar en el enclave cubano sin pasar por el Congreso. «En este momento, yo no descartaría nada», explicó Earnest, con lo cual dejó abierta la puerta a una posible «acción ejecutiva» (decreto) que cierre el penal militar y transfiera a Estados Unidos a sus internos. «Con su amenaza de cerrar (la cárcel) de la Bahía de Guantánamo, el presidente Barack Obama demuestra su descarado desprecio por la ley», clamó el senador republicano por Kansas Pat Roberts, antes de informar que interpuso una reserva al nombramiento de Eric Fanning, el nuevo secretario del Ejército propuesto por Obama. Roberts agregó que interpondrá reservas ante cualquier otro nombramiento que Obama haga para ese cargo, con lo que trabará cualquier acción unilateral de la Casa Blanca en asuntos del Ejército, informó el New York Times hoy. El Secretario de Ejército es, por ley, el responsable civil por todos los aspectos relativos al Ejército de los Estados Unidos, lo que incluye la cárcel de Guantánamo. Integra la estructura del Departamento de Defensa (creado en 1947) y lo nombra el Presidente con acuerdo del Senado. Obama enfrenta una cerril negativa del Congreso, dominado por los republicanos, para cerrar la cárcel de Guantánamo, una de sus principales promesas de campaña desde 2008. Si la obstrucción no cede, Earnest dijo que no descarta que Obama decida usar «todas las herramientas» que le otorga su autoridad ejecutiva para conseguir su objetivo. El Gobierno estadounidense está ultimando un plan para entregar al Congreso en el que detalla los pasos necesarios para liberar y transferir a terceros países y a territorio estadounidense a los poco más de cien reclusos que permanecen en el penal, informó la agencia de noticias EFE. El portavoz de la Casa Blanca rehusó hoy precisar cuándo se dará a conocer ese plan, en medio de especulaciones de que su divulgación es inminente. Hace apenas dos semanas, Obama vetó un presupuesto sobre defensa para 2016 aprobado en el Congreso que incluía el bloqueo al cierre de la prisión de Guantánamo. En agosto pasado, el Pentágono indicó que estaba examinando dos prisiones militares en Estados Unidos, en Kansas y Carolina del Sur, para trasladar a los reos de Guantánamo que no reciban el visto bueno para ser liberados y enviados a terceros países. La semana pasada, el último preso con residencia en el Reino Unido que estaba detenido en Guantánamo regresó a ese país y también fue liberado un reo mauritano. Esas transferencias redujeron a 112 el número de detenidos que continúan hoy en Guantánamo, lejos de los 800 que llegó a albergar el penal poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Los republicanos traban un nombramiento clave para que Obama no cierre Guantánamo
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