Un zumbido constante

Al cruzar el condado de Loudoun, una melodía inconfundible llena el aire: el zumbido de 199 centros de datos. Esta área, menos conocida pero la más rica de Estados Unidos, ha saltado a la fama tras una interrupción masiva del servicio de Amazon que afectó a millones.

Este condado alberga la mayor concentración de instalaciones de almacenamiento y procesamiento de datos del mundo, superando incluso a China. Los centros de datos, vitales para internet y la inteligencia artificial, son cruciales para mantener nuestra conectividad global.

A pesar de su contribución económica, algunos residentes cuestionan si el costo de estas instalaciones es demasiado alto.

El «callejón de los centros de datos»

Con cerca de 200 instalaciones ocupando 45 millones de metros cuadrados, Loudoun se ha ganado el apodo de «callejón de los centros de datos». Estos centros representan el 3% de la superficie del condado y absorben el 40% de su presupuesto. Además, la construcción de más centros está en marcha.

Emily Kasabian, quien había elegido su hogar por su lejanía de estos gigantes tecnológicos, se encontró sorprendida al ver un cartel de construcción de un centro al cruzar la calle. «Nunca pensé que construirían un centro de datos al otro lado de la calle», lamentó.

Los inmensos edificios no solo transforman el paisaje, sino que su impacto se siente en la calidad de vida, afectando la fauna y la tranquilidad de la zona.

Un dilema energético

Los residentes también se enfrentan a otra preocupación: el aumento en las facturas de electricidad. En los últimos cinco años, los precios han subido un 267% en las áreas adyacentes a los centros de datos. Aunque muchos se oponen a esta expansión, la industria cuenta con defensores influyentes.

Los centros no solo son esenciales para el crecimiento de la inteligencia artificial, sino que también generan empleos y beneficios económicos, aportando anualmente miles de millones a la economía local de Virginia.

Un entorno propicio para el crecimiento

La zona se ha convertido en un atractivo para estas empresas por su terreno asequible y plano. La facilidad de construcción ha facilitado el asentamiento de gigantes como Amazon y Google. La falta de regulaciones estrictas ha permitido un rápido crecimiento, lo que ha generado tensiones entre los nuevos desarrollos y los residentes que anhelan preservar su calidad de vida.

Activistas como Kasabian están presionando a las autoridades para que frenen esta expansión, temiendo que la identidad y la belleza del condado se vean amenazadas.

El futuro para los residentes es incierto; muchos se preguntan si tendrán que mudarse una vez más para escapar del zumbido constante y las gigantescas estructuras que definen su entorno.