El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que no teme ser apresado y negó tajantemente que él o su familia estén involucrados en hechos ilícitos, como citan algunos medios de comunicación, y reiteró que está «dispuesto» para disputar las elecciones presidenciales de 2018 y defender el «proyecto» y conquistas sociales de los últimos años. «No temo», respondió Lula en una entrevista al canal SBT al ser preguntado sobre la posibilidad de ser detenido como consecuencia de las investigaciones por el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras y en el de compra de ventajas tributarias por parte de importantes empresas durante su gobierno. Lula, quien gobernó durante dos mandatos entre 2003 y 2010, se defendió de las acusaciones que indican que él sabía de las corruptelas y que llegó a intermediar negocios en el exterior para empresas implicadas en el escándalo. «Dudo que alguien en este país, del peor enemigo mío a mi mejor amigo, cualquier empresario pequeño o grande, diga que algún día tuvo una conversación ilícita conmigo», aseveró. El ex jefe de Estado fue categórico al señalar que nunca fue «alertado» por la «gloriosa prensa brasileña, por la Policía Federal o por el Ministerio Público» sobre las corruptelas que se tejían en Petrobras durante su gestión. «Esas cosas uno solo las descubre cuando la cuadrilla cae», apuntó. Reiteró que está «dispuesto» para disputar las elecciones presidenciales de 2018 y defender el «proyecto» y conquistas sociales de los últimos años, aunque admitió «errores» del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), como los de no aumentar el precio de los combustibles en 2012, al igual que «exagerar» en los beneficios fiscales otorgados a ciertos sectores. Sobre la citación de su hijo Luis Claudio en una de las investigaciones, al ser señalado de recibir dinero ilícito a través de su empresa LFT, dijo que Brasil está convirtiéndose en la «República de la sospecha», en la que no es necesario tener pruebas para condenar a una persona. Luis Claudio Lula da Silva, preparador físico de fútbol y cuya empresa en San Pablo fue objeto de una requisa la semana pasada por parte de las autoridades que buscaban documentos, anticipó su declaración a las autoridades y el martes se presentó a la Policía en Brasilia. El hijo de Lula admitió que recibió dinero de la consultora Marcondes e Martoni, acusada de haber intervenido ilegalmente para aprobar una Medida Provisional del Ejecutivo para supuestamente favorecer al sector automotor. También explicó que realizó trabajos de consultoría sobre eventos relacionados al Mundial de fútbol de Brasil 2014 y a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Lula afirmó que no teme ser detenido y reiteró que quiere disputar las presidenciales de 2018
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