El ex presidente de Brasil está obligado a acatar la orden del magistrado Sergio Moro. Sus abogados pidieron un hábeas corpus que tiene vigencia en San Pablo, pero no en Curitiba, adonde debe presentarse. Más de 200 agentes llevan a cabo la operación «Aletheia»
A las 6 de la mañana de este viernes, cuatro vehículos de la Policía Federal de Brasil llegaron a la casa de Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente de Brasil, para cumplir la orden de «conducción coercitiva» que dictó el juez de Curitiba Sergio Moro.
Este magistrado investiga el caso corrupción y lavado de dinero conocido como «Lava Jato» y que tiene como centro la empresa estatal Petrobras, una de las mayores petroleras del mundo.
Unos 200 agentes cumplen órdenes del juez Sergio Moro, que bautizó la operación «Aletheia» (búsqueda de la verdad) en diferentes fincas de San Pablo que pertenecen a Luiz Inácio Lula da Silva o bien a su familia.
Según explica O Globo, fueron emitidas 44 órdenes judiciales, 33 de ellas de aprensión y 11 de conducción coercitiva. Esto significa que una persona está obligada a prestar declaración. Ese es el caso del ex presidente Lula.
Sus abogados presentaron un hábeas corpus para evitar que Lula tuviera que presentarse ante el juez. Este fue aceptado, pero solo tiene vigencia en San Pablo. Y el magistrado Sergio Moro tiene su despacho en Curitiba.
Folha cita fuentes que dijeron que el dirigente del Partido de los Trabajadores estaba tranquilo y que «reaccionó bien» cuando la policía golpeó a su puerta. También dice que «estaba tranquilo» en los primeros momentos de su traslado obligado ante la sede judicial.
También la casa del hijo de Lula, Fábio Luiz (Lulinha), en el Instituto Lula y en la compañía Odebrecht se llevaron a cabo procedimientos judiciales en el marco de al investigación por corrupción y lavado de dinero.Fuente > infobae.com