La reunión que nunca comenzó

El encuentro de labor parlamentaria, convocado para las 11 de la mañana, terminó siendo un reflejo de la complejidad de las relaciones políticas. A pesar de la puntualidad de los legisladores, Axel Kicillof no contaba con el respaldo esperado para impulsar el polémico proyecto. La reunión se pospuso repetidamente, creando un ambiente de creciente tensión que culminó en una maniobra a última hora, habilitando el debate a las 23:55, solo cinco minutos antes de que se venciera el plazo. Esto llevó a que la sesión entrara en un cuarto intermedio, mientras Kicillof, desde la Residencia de la calle 5, intentaba mantener el control de la situación.

Conflictos internos y acusaciones

Lo inesperado fue que las críticas no solo provenían de la oposición, sino también de aliados del oficialismo, como el massismo y La Cámpora. “Utilizan a los radicales y a los libertarios blue para extorsionarnos”, afirmaban voces en la Legislatura, mientras brotaban acusaciones sobre compra de votos y tráfico de influencias.

El oscuro precedente

En medio de los gritos en el recinto, resonó una referencia al caso de Julio Rigau, vinculado a un escándalo de corrupción por el uso de tarjetas de débito y empleados fantasma. Esta situación generó un clima de desconfianza en torno a la necesidad de alcanzar los dos tercios de los votos requeridos en ambas Cámaras.

Propuesta de reforma y nuevos cargos

Finalmente, el acuerdo se logró cuando Kicillof aceptó reformas en la Carta Orgánica del Banco Provincia, que incluían la creación de seis nuevos cargos directivos, cada uno con sueldos superiores a 13 millones de pesos mensuales. Este movimiento fue visto como un intento por parte del Gobierno de distribuir poder entre las distintas fuerzas políticas de la Provincia, incluyendo a figuras como Martín Insaurralde.

Aprobación en la madrugada

El proyecto finalmente fue aprobado a las 3:50 de la mañana, una victoria en medio de una jornada marcada por la controversia y las negociaciones tensas. Kicillof celebró modestamente con su círculo más cercano, aunque no pudo evitar sentir la presión constante del kirchnerismo y el massismo.

Desafíos futuros

Con esta aprobación, la administración de Kicillof dispondrá de 1.446 millones de dólares para enfrentar vencimientos de deudas y afrontar nuevos gastos, pero el camino no está exento de obstáculos. La Ley de Responsabilidad Fiscal requiere el respaldo de la Casa Rosada, que ha mostrado reluctancia ante este tipo de endeudamiento.

La lucha política y el futuro económico

Mientras Kicillof trabaja para consolidar su gestión, Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, no pierde de vista el enfrentamiento con el oficialismo. El próximo año será clave, no solo por la búsqueda de aprobación de diversas reformas, sino también por la necesidad de mantener la confianza del electorado, que se siente amenazado por la incertidumbre económica.

Perspectivas y retos económicos

Con un contexto económico en evolución, el Gobierno intenta proyectar un crecimiento optimista, pero las preocupaciones sobre el futuro siguen latentes. La pobreza y la capacidad de las familias para afrontar los gastos cotidianos son temas que generan inquietud en la población, lo que podría modificar el panorama electoral futuro.