Este país estaba fundido y es difícil salir a decir que nos presten estando fundidos». El reconocimiento ocurre en medio del tembladeral político y económico que enfrenta la Argentina, con inestabilidad económica, cambiaria y política. La voz ya había pronunciado esa frase, aunque para referirse a la provincia de Buenos Aires.
En medio de la crisis cambiaria y del complicado momento que atraviesa la gestión de Cambiemos, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal afirmó que la Casa Rosada enfrenta «un momento de dificultad que hay que reconocer» y adelantó que se van a «hacer todas las correcciones que se tengan que hacer», pero advirtió que «no se va a resignar a que nos gobiernen los mafiosos de siempre«.
La dirigente reconoció que «todos tenemos que hacer una autocrítica«, pero advirtió que la actual coyuntura, con una caída de la confianza, «se puede superar si corregimos lo que hay que corregir».
En una entrevista en los estudios de Radio Mitre, la mandataria apuntó, sin nombrarlo, al kirchnerismo: «Hay un sector de la oposición -que no es parte de la oposición racional- que le interesa más su conveniencia personal, porque tienen riesgo de ir presos y quieren mostrar que el suyo es el único modelo posible».
Esa declaración la hizo Vidal en referencia a la denuncia que hizo Elisa Carrió sobre un supuesto intento de «golpe cambiario para destituir» a Macri. «Los que representan el pasado no van a hacer la solución. Para ellos, cuanto peor, mejor».