Al ser consultada por radio Mitre sobre si la situación de la justicia cambió con el nuevo gobierno de Mauricio Macri, María Servini respondió: «SÍ. Nadie se acerca, nadie toca la puerta y estamos investigando tranquilos” y recordó que “antes todas las causas jorobadas caían en determinado juzgado».
«Había una época donde decía ‘soy juez de paz con competencia electoral’, todos eran exhortos y exhortos”, bromeó la jueza federal y señaló que actualmente “por ahí caen causas importantes que antes no caían” en su juzgado, pero “vienen abogados y nada más, no vienen a presionar”.
Por otra parte, al sumarse al debate sobre la inseguridad, la magistrada coincidió con funcionarios del gobierno nacional, al señalar que «sí, existe una puerta giratoria” en la justicia y abogó por la necesidad de reformar la ley de excarcelaciones.
La jueza atribuyó esa situación a que “primero, no hay lugar donde dejar los detenidos; y después porque las leyes hay que reformarlas, como por ejemplo, la ley de excarcelación» y sostuvo que «acá se ha llevado (adelante) una política de garantismo que lleva a que el delincuente está mejor en la calle que detenido”.
«Es una política que se ha empezado a enseñar, una política de garantismo. Hay que revisar la ley de excarcelación, no se puede hacer con tecnicismos”, reiteró.
En tanto, la jueza federal dijo que la situación de la justicia «está colapsada, no hay lugar para trabajar y lo estamos haciendo en forma insalubre” y puso como ejemplo que en su juzgado “somos muchos y no cabemos en una habitación de dos por dos que no tiene ventana a la calle”.
Jueza de primera instancia desde hace 40 años y jueza federal desde hace 25, Servini relató que actualmente lleva 800 causas al mismo tiempo y que no solo no tiene espacio físico para poder desarrollar sus tareas, sino que además no cuenta con personal especializado.
“Yo necesito ahora más gente para trabajar en la causa efedrina. Son 270 expedientes en containers de documentación, 100 cajas más y dos cajas fuertes”, detalló.