La llegada de Mariana Aneley se produjo en un contexto de emergencia climática. Su madre llegó al Hospital Zonal Alvear alrededor de las seis de la mañana, cuando vientos que superaban los 150 km/h ya azotaban la ciudad.

El lugar del nacimiento fue un automóvil, justo al momento de arribar al hospital ubicado en Km 3. Debido a la fuerza del viento, el equipo médico se trasladó hasta el vehículo para brindar la atención inmediata que la madre necesitaba.

Atención a la madre y su bebé en condiciones extremas

A pesar de la falta de una sala de maternidad específica, el equipo de la Unidad Médica de Urgencias (UMU) se comprometió a atender a la madre y su recién nacida. Según indicaron fuentes del hospital, «la prioridad era garantizar la salud de ambos».

Los primeros cuidados vitales, incluido el corte del cordón umbilical y la estabilización de Mariana Aneley, se llevaron a cabo en el vehículo. El personal que intervino incluyó a los enfermeros Rocío Pagano y Marcelo Alzaga, y al médico Jairo Flores, todos parte del atento equipo de la UMU.

Traslado seguro al Hospital Regional

Una vez que madre e hija fueron estabilizadas en el Hospital Alvear, se coordinó su traslado al Hospital Regional, el centro de referencia que dispone de la infraestructura adecuada para el seguimiento del posparto.

El nacimiento de Mariana Aneley no solo marca un momento especial para la familia, sino que también se suma a las numerosas historias de resiliencia que caracterizan a Comodoro Rivadavia, una ciudad que enfrenta con valentía los embates de la naturaleza.