Serán más de dos millones y la mitad irá a Florianópolis, que será el destino más visitado. Los atrae la devaluación del real en un 40% respecto del dólar. La ocupación hotelera en enero será del 75% y uno de cada cuatro turistas será argentino.
El ministro de Turismo, Gustavo Santos, pronosticó que «más de dos millones de argentinos irán de vacaciones a Brasil este verano» y que la mitad de ellos «visitará Florianópolis», lo que augura una «muy buena temporada»‘ en el país.
Según indicó el funcionario a Cadena 3, los motivos residen «no solo en la belleza» de las playas brasileñas: «La gran devaluación del real fue clave a la hora de elegir Brasil para los más de 2 millones de argentinos que ya contrataron paquetes turísticos» para veranear en el país vecino.
«Con la devaluación del real en más de un 40% frente al dólar desde el año pasado, los argentinos han vuelto con toda la fuerza», evaluó días atrás el titular de la Asociación Brasileña de la Industria de Hoteles de Santa Catarina, Samuel Koch.
Koch calculó que hasta el 20 de enero la ocupación hotelera será del 75% y que uno de cada cuatro turistas será argentino.
No obstante, el ministro Santos cree que el nivel de turismo interno en el país seguirá siendo alto y que la merma con respecto al año pasado será baja.
«A pesar de esta masiva elección de Brasil por tantos argentinos, vamos a tener un muy buen verano. Después de las elecciones, las reservas se han movido. Lo que estamos chequeando en los distintos puntos del país nos permite ser optimistas», se esperanzó.
«Vamos a tener un muy buen verano, no sé si excepcional -como el del año pasado-, pero sí uno muy bueno, que va a permitir que haya una actividad intensa en estos dos meses, que son tan importantes para el turismo», insistió.
Racionalidad
Parte de este panorama esperanzador se lo adjudicó a la unificación cambiaria. «Es una muy buena señal para el turismo y para el equilibrio de la economía, y va a traer racionalidad», observó.
Días atrás, el presidente Mauricio Macri se había mostrado muy crítico con la proliferación de feriados y fines de semana largos durante la administración de Cristina Kirchner señalando que «no favorece a nadie».
Sin embargo, el ministro Santos adelantó en los últimos días que se mantendrá el esquema dispuesto para 2016, aunque en el futuro habrá modificaciones.
«Para mí, los fines de semana programados, es decir, aquellos feriados que caen entre semana y que pueden trasladarse al fin de semana, son positivos, porque hacerlo un miércoles o un jueves no altera nada, pero si se los traslada al fin de semana, esto produce actividad, sobre todo en el interior del país», consideró.
«Esta situación produce una fuerte transferencia de los sectores urbanos al interior, y esto favorece a las comunidades que viven casi exclusivamente del turismo», dijo.
A pesar de esto, señaló que «habrá que ver en las próximas planificaciones que no haya exageraciones que produzcan demasiada inactividad y afecten a otros sectores».
Santos llamó a conseguir «un buen punto de equilibrio entre lo uno y lo otro para seguir desarrollando el turismo con esta modalidad que acompaña la nueva conducta del turista contemporáneo, que es salir por pocas días muchas veces al año».