En ese sentido, estimó que la «presión tributaria» ejercida desde 2006 redundó en una «pérdida de compra de la gente y en pérdida de capacidad de ahorro». «Argentina tiene que animarse a recorrer el camino de la reforma tributaria, cuando planteamos (la cuestión del impuesto a las) Ganancias no es un capricho, es la necesidad de volver a un sistema más justo», añadió el ex candidato a presidente. Sobre ese tributo, recordó que «en 2003 lo pagaban 200 mil (contribuyentes) y hoy 1 millón 200 mil» y señaló a la inflación como producto de un cóctel que combina «presión tributaria, emisión monetaria y falta de crédito». Por último, y en referencia a la dinámica de la Asamblea Legislativa, reiteró conceptos ya utilizados durante su campaña: «La discusión con el kirchnerismo es el pasado. Hay construir consensos, que no significa hacer concesiones sino respetar las prioridades del otro».
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