En mayo pasado, el Gobierno decidió incrementar el componente impositivo que se aplica a la venta de cigarrillos con el supuesto objetivo de generar una mayor recaudación fiscal que se iba a volcar a los productores de tabaco del norte del país. Iban a ser unos $ 1100 millones, según estimaciones del jefe de Gabinete, Marcos Peña, que se generarían por la mayor recaudación del Fondo Especial del Tabaco (FET). Sin embargo, nada de eso ocurrió. La suba del 70% al 80% del componente impositivo trajo aparejado un aumento de los precios del orden del 40% que, a su vez, tuvo como consecuencia un derrumbe del 50% del consumo y por ende, una reducción de casi el 30% en la recaudación del FET. Frente a este escenario, las dos fabricantes de cigarrillos, Massalin Particulares y Nobleza Piccardo, comenzaron a advertir que el negocio no se sostenía de la forma en la que se venía llevando a cabo hasta el cambio tributario y que los efectos de la mayor tributación podrían ser negativos para la industria, con posibles suspensiones y cierres de plantas. Efectivamente, esa situación comenzó a darse. Massalin acaba de cerrar una de sus plantas de acopio. Se trata de la que está ubicada en la localidad de La Cocha, Tucumán, donde empleaba a 20 trabajadores. Según la compañía, la decisión del Gobierno de incrementar al 80% el componente fiscal sobre el precio de los cigarrillos, afectó la dinámica del mercado y recortó los volúmenes de venta. «Esto generó una capacidad ociosa imposible de sostener para la compañía, obligándola a implementar un plan de acción para garantizar la sustentabilidad de sus operaciones en el país, donde está presente desde hace 115 años», asegura la empresa a través de un comunicado. Adicionalmente, Massalin también tomó la determinación de recortar 60 puestos de trabajo en sus plantas de producción de Goya (Corrientes) y Merlo (provincia de Buenos Aires). Además, de estas plantas, la compañía opera un establecimiento de procesamiento de hojas de tabaco en Rosario de Lerma (Salta); otra de acopio en Perico (Jujuy) y Alem (Misiones). En la actualidad, es la principal productora y comercializadora de cigarrillos del país con un 75% de market share, y casi 2500 empleados.
Massalin cierra planta en Tucumán y despide 60 trabajadores en otras tres
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