Matan a una maestra frente al colegio en Santa Fe: el acusado estuvo preso por acoso sexual y robo
Vanesa Soledad Castillo (33) encontró el horrible fin de su vida en más de diez puntazos de una faca tumbera sobre su cuerpo. Fue a las 12 del mediodía, a la salida de la escuela donde era maestra suplente de 7° grado. Allí esperaba sobre su moto, al rayo del sol, que llegara una compañera, hasta que un ex convicto, identificado como Juan Ramón Cano (31), se le acercó y ejecutó su acto feroz. El móvil del crimen aturde a las autoridades y a los investigadores que no descartan ninguna hipótesis. «Ni siquiera está claro el móvil del robo porque no pudimos comprobar faltantes de elementos de valor», indicaron desde el Ministerio de Seguridad provincial pese a que esperaban que los familiares constaten si le faltaba alguna pertenencia. Todo sucedió a metros de la escuela N° 533 Victoriano Montes, en Alto Verde, un populoso barrio costero que bordea al río Santa Fe y en ocasiones se ve jaqueado por el agua. La docente fue trasladada al Hospital José María Cullen, pero los esfuerzos no alcanzaron para detener las consecuencias mortales del ataque. José, un obrero que trabaja en la zona, se convirtió en un testigo del horror: «Fue muy rápido. Estábamos trabajando en la obra y vi que empezaba a empujarla. Pensé que era una discusión, pero cuando vi sangre pegué el grito y el hombre le sacó la cartera y corrió hacia el terraplén», dijo. Allí, en la manzana N° 8, a escasos cien metros del establecimiento escolar, en una casa donde vive con su madre desde que salió de la cárcel en enero de 2016, se refugió «Chacho», como lo conocen. La Policía provincial y los agentes federales no tardaron en llegar (en Alto Verde existe una custodia especial de Prefectura que había logrado bajar los altos niveles de violencia en la caliente zona en el último año) y montaron un amplio operativo para capturarlo. Previo al momento de la detención pidió algunas «garantías» ante un negociador y, después de 40 minutos, se entregó. Los vecinos, entre insultos e intentos de agresión, pedían menos protección de este hombre que ya purgó una condena unificada en la cárcel de Coronda (tres años) en concurso real e ideal por «robo calificado, tentativa de robo, coacciones, amenazas, abuso de arma de fuego y abuso sexual simple». Los vecinos querían lincharlo e incluso prometieron quemar la vivienda. «Vivía drogado y lo hacía a cualquier hora. También se masturbaba delante de niños y vecinos de acá. Estamos cansados de denunciarlo pero su madre trabaja para pagarle los abogados», le dijo a Clarín Elena, una vecina del lugar. Su madre, María, reconoció los problemas de su hijo pero no admitió la totalidad de los testimonios de los vecinos. «Es un chico con problemas mentales, está bajo tratamiento. No sabía lo que hacía. Estuvo tres años preso y hace un año que salió. También estuvo en el (hospital psiquiátrico) Mira y López», indicó a este diario la mamá del detenido. En el interior de la casa de esta mujer, la Policía encontró el arma homicida: un hierro con una chuza y una empuñadura de goma y cintas. «Típica arma tumbera», señaló un policía que participó del allanamiento. Vanesa era mamá soltera. Tenía una hija de 10 años y estaba a punto de titularizar como docente de la escuela en la que había formado vínculos con sus alumnos y también con los vecinos que, a veces, tenían que recomendarle atajos para salir de posibles zona conflictivas dentro del barrio. Un equipo de profesionales fue designado para trabajar con la hija y los familiares de la docente. Además, el gremio Amsafe decretó un duelo por 24 horas y admitió que pedirán una reunión con las autoridades provinciales para exigir más seguridad. Por su parte, los docentes de la Costa se autoconvocaron para realizar este viernes una marcha del silencio en nombre de Vanesa y «para no naturalizar estos hechos dolorosos». Desde el Ministerio de Educación, autorizaron a los docentes a faltar al trabajo.