Miles de uzbekos salieron a la calle a despedir al cortejo fúnebre del presidente

Miles de ciudadanos se volcaron este sábado a las calles de Tasken, la capital de Uzbekistán, para despedir al presidente del país, Islam Karimov, quien falleció tras sufrir un accidente cerebrovascular y será enterrado en Samarkanda, su ciudad natal. El cortejo fúnebre se desplazó por las principales avenidas de la ciudad hasta el aeropuerto de Taskent, desde donde el féretro con los restos del presidente del país centroasiático fue trasladado en avión a Samarkanda, informó la agencia EFE. Según el parte médico oficial, el mandatario, de 78 años, que dirigió su país con mano de hierro durante 27 años, falleció el viernes a las 20.55 hora local (las 12.55 de Argentina), treinta minutos después de sufrir un paro cardíaco. Karímov, en el poder desde 1989, fue hospitalizado en la mañana del 27 de agosto debido a un accidente cerebrovascular masivo. «Desde un comienzo el paciente estaba en estado de coma atónico», según el parte, que añade que los esfuerzos de los médicos por reanimar a Karímov tras la paro cardíaco fueron inútiles. Uzbekistán guarda a partir de este sábado tres días de duelo nacional por el fallecimiento de su líder. Tras el deceso, el presidente del Senado, Nigmatilla Yuldashev, asume la presidencia del país en funciones, tal y como señala la Constitución. La desaparición de Karímov tras más de un cuarto de siglo en el poder deja al país sumido en la incertidumbre sobre su futuro. El hombre que ganó en 2015 sus cuartas elecciones presidenciales con más del 90 % de los votos, como en las anteriores ocasiones, y que aplastó a la oposición, no dejó a un sucesor, aunque el más probable candidato a retomar las riendas es el primer ministro, Shavkat Mirziyoyev.