Moyano invitó a Macri y Vidal a la reapertura de un sanatorio de Camioneros
Hugo Moyano cortará las cintas de un nuevo centro de salud para los afiliados de Oschoca: el Sanatorio Antártida, de Caballito. Entre los invitados para el evento del próximo martes figuran Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Mientras crecen las tensiones internas en la CGT, Pablo Moyano delinea la estrategia para enfrentar en las calles la reforma laboral durante las sesiones extraordinarias de febrero y el diputado Facundo chilla por redes sociales, desde su banca y ante los micrófonos contra las leyes del Gobierno nacional, el rojo de la balanza comercial y el «recalibre» de la meta inflacionaria. El Sanatorio Antártida quebró en 2002 y cerró sus puertas sobre Rivadavia al 4.900 en 2005. Unos 300 trabajadores de la salud se quedaron sin empleo y para peor, muchos de ellos ni siquiera fueron indemnizados. En 2007 pasó a manos de Hugo Moyano, o en realidad, de su tercera esposa Liliana Zulet, quien a través de la constructora Aconra S.A., se hizo cargo de las refacciones y puesta a punto. Sin embargo, las obras estuvieron paralizadas durante varios años porque tras la tragedia de Cromagñón la Ciudad modificó las normativas edilicias para hospitales y la vieja estructura del sanatorio quedó en offside. No estaban en regla, por ejemplo, la ubicación de las escaleras y salidas de emergencia, el ascensor montacargas, el tamaño de las habitaciones y quirófanos. Durante las obras de remodelación, Aconra S.A. fue denunciada ante el Gobierno porteño de Macri por incumplimientos a las medidas de seguridad e higiene. Un mediodía de noviembre de 2009 el obrero boliviano Caero Roberto Céspedes, de 35 años, cayó por el hueco del elevador desde el octavo piso y murió. Moyano habría desembolsado más de $ 5 millones para comprarlo. Se desconoce cuánto se pagó por los 10 años de refacciones. Los hijos de Zulet -Valeria y el excéntrico Juan Manuel- asoman en el directorio de la constructora encargada de los trabajos. Oschoca ya posee otros tres sanatorios: en La Matanza, Avellaneda y Villa Martelli. La nueva Antártida tiene hoy 14 relucientes pisos y doble entrada, una por Rivadavia y otra por Rosario, donde ingresarán las ambulancias. Detrás del antiquísimo tapiado se observa un pomposo hall de entrada, que bien podría confundir el hospital con un hotel 4 estrellas. La gigantesca araña que cuelga del techo así lo refleja. Las fuentes consultadas por este medio no confirmaron si los operarios dejaron el busto del presidente de Independiente en el acceso principal, a la vista de todos. Por allí, se atenderán cientos de camioneros, pero también de otras obras sociales. «Este sanatorio es de prima-prima», dijo Hugo cuando lo inauguró por primera vez en 2009, junto al exministro de Salud y hoy gobernador tucumano, Juan Manzur.