El video fue visto 9 millones de veces.
Se hizo conocida por sus bailes y su optimismo para lidiar con un diagnóstico de cáncer.
En octubre de 2016, Ana Alecia Ayala hizo público un video en el que aparecía bailando al ritmo de la canción «Juju On That Beat», interpretada por dos raperos estadounidenses, en el hospital en el que recibía un tratamiento para combatir la enfermedad.
Aparecía con una bata, tenía una vía intravenosa en un brazo y realizaba una coreografía en compañía de una amiga, Danielle Andrus.
Pero el miércoles por la tarde (hora local) falleció en el Hospital para Cáncer Baylor T. Boone Pickens, en Texas, Estados Unidos, en donde estaba internada.
Inspiración y optimismo
El video referido con anterioridad fue visto más de 9 millones de veces. Menos de 24 horas después de haber sido compartido en Facebook, el baile había sido visto alrededor de 25.000 veces.
Ayala pasó la última Navidad con su familia.
Posteriormente, en una entrevista que le dio al canal estadounidense de televisión KVUE, dijo que esperaba que lo que había hecho sirviera para «inspirar a otras personas y para que no asumieran un diagnóstico de cáncer como una sentencia de muerte».
Ayala, de 32 años, también dijo en esa oportunidad que quería alentar a los familiares de los pacientes con cáncer a que salieran de su zona de confort y trataran de hacer tonterías, pasarla bien y vivir el presente.
A raíz del video fue invitada al programa de la comediante y presentadora estadounidense Ellen DeGeneres.
En diciembre de 2015, la mujer se enteró de que tenía un raro tumor en el útero. El cáncer también afectó sus ovarios y parte de su estómago.
Semanas después del diagnóstico, fue sometida a una operación que exitosamente extirpó el tumor.
Pero en julio de 2016 descubrieron que había aparecido un nuevo tumor en el bazo, por lo que fue sometida a un tipo de quimioterapia más agresiva.
Incertidumbre
Su último comentario en Facebook fue el primero de enero de este año.
«Después de un escalofriante fin de semana de incertidumbres, estoy feliz de poder regresar a casa. Gracias por sus oraciones y su amor. No estoy 100% recuperada, pero estoy más cerca de lo que estaba el viernes. Los quiero».
El día anterior, Ayala había explicado que el dolor abdominal que sentía era más de lo que podía tolerar y que por esa razón iba a ver a su médico.
Después de eso, no compartió nada más.
Ayala tiene una hija de 3 años y, cuando recibió el diagnóstico, estaba intentando tener otro hijo con su esposo.