En la apertura, el director del museo, Jorge Moragues, destacó el alto valor cultural de la indumentaria: “El traje comunica, transmite ideología desde un lenguaje no verbal. En la actualidad podemos sumar el sistema de la moda, que representa el cambio y la memoria”. “El nuevo guión invita a reflexionar sobre estos aspectos, sobre el ser humano y su cuerpo. Brinda una mirada inclusiva sobre los primeros pueblos originarios y africanos, sin dejar afuera a las otras y diferentes migraciones étnicas que conformaron las bases poblacionales de nuestra región”, explicó. Moragues anunció además la creación de una “biblioteca textil” y la apertura de una sala para exposiciones temporarias que estará dedicada a los oficios artesanales y las disciplinas ligadas a la producción de indumentaria. El Museo, en esta etapa, se abrirá a donaciones porque su colección – de 9000 piezas – llega hasta los años 1940. “De ahora en más, tenemos que sumar a las nuevas generaciones y empezar a rescatar la moda de los años 1980, en adelante”, afirmó el director. El edificio, Monumento Histórico Nacional desde 1990, se puso en valor, a través del trabajo del Área de Patrimonio Edilicio de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos, que restauró los pisos de madera original y parte de la boiserie. También, se renovaron las salas de exposición y los patios del Museo. En el acto, estuvieron presentes diseñadores, docentes de facultades de diseño, y representantes de instituciones como el Observatorio de Tendencias del INTI, la Fundación Protejer, el MATRA, y el sector diseño del MICA. Un nuevo recorrido La nueva organización museística apunta a mostrar la relación de la vestimenta con sus aspectos conformantes y los factores sociales e identitarios de la Argentina. En el recorrido, las primeras salas funcionan como una introducción a los conceptos básicos planteados en el guión: el cuerpo como soporte, la vestimenta como cobijo y sistema de comunicación, y la conformación de una identidad nacional a través de distintas influencias como los pueblos originarios y las distintas migraciones. El relato continúa con una línea del tiempo que permite ver la evolución de la silueta y los indumentos desde el siglo XIX – con particular énfasis en el personaje del gaucho- hasta fines del siglo XX, y su relación con los hechos culturales, económicos y políticos. Más adelante, se pueden ver las modas de los años 1940, donde se destaca la figura de Eva Perón, y los años 1950, bajo la silueta creada por Christian Dior en el New Look. Las últimas salas están dedicadas a las revoluciones estéticas, políticas y culturales de 1960 y 1970, y los inicios del diseño de autor en la Argentina. Como exposiciones temporarias, se pueden visitar las muestras “Las Manos”, sobre indumentaria religiosa, y “Vestuario de escena”, un homenaje a Carlos Gardel y la escena nacional. En definitiva, el Museo propone acercar la historia del traje a los visitantes desde una perspectiva más amplia, inclusiva e integradora. El Museo Nacional de la Historia del Traje se puede visitar, a partir del miércoles 9, de martes a domingos, de 15 a 19, en Chile 832.
Museo de la Historia del Traje
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