Lo había acusado de buscar fama a costa de ella pero sin embargo finalmente aceptó que el joven, hijo de un narcotraficante, la fuera a visitar.
Todo comenzó cuando vio a Nahir Galarza en el penal de varones de Paraná durante una consulta odontológica. En ese mismo instante, Matías Caudana le pidió a su abogado que la contacte y que la quería conocer. Ella aceptó pero con una condición: mantener todo en secreto.
Empezaron a verse, pero a los pocos días Caudana reveló a los medios que se estaba viendo con la criminal más famosa del último año tras ser condenada a prisión perpetua por matar a su novio.
Cuando se enteró, Nahir no lo quiso ver más. Su defensor salió a desmentir la relación y la joven estaba enojada porque entendía que Caudana, el hijo de un famoso narcotraficante que pasó dos años en prisión, quería colgarse de su fama.
«Siento que busca ser famoso y no conocerme. No cumplió con su palabra. Me dijo que no iba a hablar con los medios. Es mi vida privada. No soy una actriz. Ni soy de la farándula. Además no estoy enamorada ni lo estuve, ni tengo novio. Eso es lo que puedo decir hoy», sostuvo Nahir.
Caudana había dicho en un reportaje que si bien solo se cruzaron un par de veces, tenía intenciones de visitarla en la cárcel. «Nos estamos conociendo. Por el momento no nos dimos ni un beso», admitió el joven.
Al parecer a Nahir se le pasó el enojo y aceptó que el joven, que está en libertad desde los últimos días de 2018, la visite en prisión. Las visitas serán los fines de semana y tendrán un máximo de dos horas.