Rosario se ha convertido en un centro logístico clave para el narcotráfico transnacional, aunque nadie lo note mientras la violencia entre bandas de tráfico de drogas ha disminuido.

La ciudad, ubicada sobre la Hidrovía Paraná-Paraguay, presenta ventajas geográficas que, junto a un robusto sistema financiero paralelo, permiten el lavado de dinero de forma ágil y eficaz.

La Faceta Oculta del Narcotráfico

A diferencia de bandas notorias como Los Monos, las nuevas organizaciones criminales se caracterizan por mantener un perfil bajo. Su foco está en la rentabilidad de sus operaciones comerciales, lo que complica su detección comparado con el rastro de sangre dejado por sus predecesores.

A través de métodos avanzados como criptomonedas y transacciones internacionales, estas redes aprovechan las debilidades del sistema financiero para mover grandes sumas de dinero.

Rosario: Un Punto Crítico en la Hidrovía

Con más de 30 puertos privados en sus alrededores, la ciudad se configura como un eslabón crucial en las cadenas de narcotráfico que abarcan Bolivia, Paraguay, Argentina y Brasil, facilitando operaciones hacia mercados globales.

La Emergencia de Nuevas Estructuras Criminales

El caso de personas como Fabián Pelozo y Jorge Granier refleja el cambio en la criminalidad organizada. Estas figuras no sólo han incrementado sus redes en la región, sino que establecen conexiones con carteles brasileños y colombianos, solidificando el modelo de negocio del narcotráfico.

El llamado «Plan Paraná», promovido por la ministra Patricia Bullrich, busca abordar este desafío mediante un aumento en el control de la Hidrovía, que extiende sus operaciones a nivel internacional.

Infraestructura Aérea y Nuevas Estrategias

Brian Bilbao es el epítome del narcotráfico moderno en Rosario. Desde 2020, ha establecido un sistema aéreo que transporta cocaína a gran escala desde Bolivia y Paraguay, usando aeronaves y pistas clandestinas.

Su operación es meticulosamente planificada, con un enfoque en la logística más que en la violencia. Este modelo le permite evitar conflictos abiertos con otras bandas y centrarse en la eficacia de su negocio.

Un Ecosistema Criminal Complejo

El contrabando de cocaína desde los puertos de Rosario ha creado un ecosistema donde las organizaciones criminales se entrelazan con estructuras legítimas. La ubicación estratégica y las debilidades en los controles aduaneros hacen de los puertos un estrecho conductor ideal para el tráfico de estupefacientes, como se evidenció con operaciones exitosas en el pasado.

Un Nuevo Paradigma del Narcotráfico

Los recientes acontecimientos revelan que Rosario ha evolucionado de ser un simple punto de distribución a convertirse en una plataforma de exportación hacia el mundo, con complejas redes donde operan carteles internacionales y comunidades criminales locales.

Las detenciones de figuras prominentes como Pelozo y Granier son solo una parte de un panorama donde el modelo operativo ha cambiado radicalmente, demostrando que el problema del narcotráfico en Rosario necesita ser abordado desde una perspectiva más amplia y compleja.