El próximo domingo Neil Patrick Harris borrará de su lista de pendientes la de presentar los Oscar. Ya poco más le quedará por conseguir en una carrera marcada por la versatilidad y el sentido del humor. Harris despuntó siendo un niño al interpretar al médico precoz Doogie Howser en televisión. Recientemente se le pudo ver en un rol dramático en Perdida (Gone Girl), la más reciente película de David Fincher; y entre una cosa y otra se confirmó como una estrella del teatro, y se hizo popular por su papel de mujeriego en la comedia televisiva How I Met Your Mother, demostrando que su abierta condición de homosexual no influyó en la credibilidad al personaje. Harris, de 41 años, no sólo actúa, sino que baila, canta y tiene un sentido del humor amable que lo emparenta con Ellen DeGeneres, su antecesora en la gala de los Oscars del año pasado. “Es un animador consumado. Su encanto y sus dotes teatrales le hacen el presentador ideal”, dijo la presidenta de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (Academy of Motion Picture Arts and Sciences), Cheryl Boone Isaacs, de cara a la gala del 22 de febrero. Parece que muchos opinan como la presidenta, porque Harris ha presentado dos veces la gala de los premios televisivos Emmy y cuatro veces la de los teatrales Tony. “Tengo que admitir que estoy nervioso, pero es mucha menos presión que estar nominado”, dijo al diario The New York Times Harris, quien considera que presentar los Oscar es “un sueño hecho realidad”. “Bueno, mi trabajo como presentador es no sentirme nervioso cuando ocurre la premiación, pero creo que en la vida sentirse nervioso por algo que está por ocurrir es algo de mucha ayuda, ya sean premios o una reunión familiar o una entrevista de trabajo. Si te sientes demasiado tranquilo y confiado, entonces piensas que no estás haciéndolo lo mejor posible. Así que hay que tratar que los nervios no me quiten lo mejor, pero los recibo bien, porque esto suele impulsarme a tratar de hacer las cosas más duro”, comentó el actor a la agencia AP. Harris ha llegado lejos y a su edad no parece tener límites. Aficionado a los musicales, Annie tiene un significado especial. “Me hizo querer quizás algún día llegar a la gran ciudad y hacer algo más grande. Yo no era huérfano, pero me encantaba que esa pequeña historia se transformara en una aventura mucho mayor”, dijo en la más reciente edición de la revista Entertainment Weekly. La publicación lo pinta de dorado a modo de estatuilla y lo define como “el chico de oro”. Harris nació en Albuquerque, llegó a la gran ciudad, primero a Broadway y ahora a Hollywood, y ahí se quedó. “Lo hemos seguido y lo hemos visto explotar en películas, en televisión, en el escenario. Trabajar con él en los Oscar es la ‘tormenta perfecta’, con todos sus recursos y su talento juntos en un escenario global”, se ilusionan Craig Zadan y Neil Meron, productores de la gala por tercer año consecutivo. El año pasado, con DeGeneres al mando, se alcanzaron 45 millones de espectadores en EU, más de mil millones de comentarios en Twitter y 25 millones de interacciones en Facebook, según la Academia. La selfie de DeGeneres con algunas de las principales estrellas del cine fue la foto más retuiteada de la historia: 32.8 millones. “La selfie está en mi cabeza, así que voy a tratar de hacer algo mejor, eso espero”, dijo según el sitioVariety Latino. Harris, como DeGeneres, forma parte de ese selecto club de presentadores profesionales con todos los atributos para conducir galas, y entre los que podría incluirse a Hugh Jackman, Chris Rock, Billy Crystal, Tina Fey y Amy Poehler. Todos capaces de gustar a una audiencia amplia, quizá más interesada en el show que en los ganadores. “Todo puede pasar. Cualquier cosa”, dice Harris en uno de los videos promocionales de la gala, que promete ser “muy divertida”. Sobre a quien le gustaría igualar, dijo: “Mi primera respuesta sería Billy Crystal, él tenía mucha alegría y exuberancia ante el mundo del cine, pero a medida que he hecho m
Neil Patrick Harris desea superar selfie de DeGeneres
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