Como muestra la historia, el poder con potencial transformador que se transmite desde la Casa Rosada puede cambiar de sentido, por completo, tras vorágines que duren pocas horas. El 9 de diciembre, Cristina Kirchner usó parte de su último discurso como Presidenta para denunciar, desde esa sede del Gobierno, que era víctima de “persecuciones y hostigamientos” de un sector del Poder Judicial. Incluso afirmó que “todos los argentinos” vivían “un poco en libertad condicional”. A menos de 48 horas, desde el mismo despacho, el nuevo Presidente, Mauricio Macri, le aseguró a una de las principales denunciantes de los Kirchner que Cristina debe ser investigada en todas las causas por corrupción en las que está involucrada.
Macri se definió de modo clave sobre este tema, nada más ni nada menos que frente a Margarita Stolbizer, ex canditada presidencial, hoy diputada (GEN). Fue ella quien presentó ante la Justicia la primera denuncia contra la ex Presidenta sobre las irregularidades con las que “funcionaba” su hotel Alto Calafate. Eso pasó después de que esos desmanejos fueran difundidos por Canal 13 y Clarín.
El caso es conocido con el nombre legal del hotel K, “Hotesur”, y avanzó de tal modo que se transformó en una pesquisa más amplia sobre el resto de los negocios de los Kirchner: quedaron bajo sospecha de haber sido utilizados para vehiculizar dinero de origen ilegal.
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La legisladora fue también quien presentó, hace pocos días, una nueva denuncia contra la ex Presidenta, esta vez pidiendo que se estudie el crecimiento de su fortuna bajo la hipótesis de que aumentó debido a un enriquecimiento ilícito.
“El Presidente me dijo que estaba comprometido en la pelea contra la corrupción. Y que no iba a amparar a nadie, ni para atrás, ni para adelante”, le contó Stolbizer a Clarín, y agregó: “Lo noté atento y receptivo”.
Clarín pudo saber que en la reunión del viernes Macri y Stolbizer intercambiaron opiniones sobre algunos detalles –que son públicos– tanto de la causa Hotesur, como también los de la nueva denuncia por el posible enriquecimiento. Este último caso es por ahora una denuncia y no un expediente formal: el escrito, redactado por la abogada de Stolbizer, Silvina Martínez, incluye datos concretos que mostrarían cómo ese aumento del patrimonio K no fue registrado ante el Estado como es debido. La denuncia está siendo estudiada por el juez Sergio Torres, según fuentes judiciales.
El fiscal que podría firmar el requerimiento para que la causa se inicie es Carlos Rívolo: durante la última década pidió varias declaraciones indagatorias, y dictó procesamientos, contra funcionarios y ex que tenían mucho poder.
Macri habló con Stolbizer sobre el caso Cristina, y también sobre otros temas de transparencia pública, durante más de una hora. Macri ratificó varias veces que no interferiría ante la Justicia que investigue posibles desmanejos de sus funcionarios, y los del Gobierno K.
“No voy a comprometerme con nadie que está involucrado en un caso de corrupción, ni para atrás, ni para adelante”, le insistió el Presidente a su interlocutora.
Stolbizer está convencida hace mucho tiempo que la Presidencia no solo no debe interferir ante la Justicia en los casos de corrupción –como dice la ley–, sino que también debería impulsar cambios en los organismos de control gubernamentales para que aporten información crucial para la Justicia. Hasta que Cristina dejó de ser Presidenta, esos entes se vaciaron, quedaron acéfalos, o fueron usados para defender los intereses privados de ex funcionarios investigados por la Justicia.
Frente a Macri, Stolbizer hizo hincapié en un proyecto de ley que tiene preparado para reformar la Inspección General de Justicia (IGJ), el organismo que controla las sociedades comerciales, que cree que es clave para mejorar la transparencia pública. El Presidente se mostró muy interesado.
Se dijo: Macri recibió a Stolbizer en el despacho presidencial. Tal vez en ese mismo lugar se tramaron varios de los delitos de corrupción que, sospechan jueces y fiscales, podrían haber sido coordinados por la ex Presidenta. Cristina Elisabet Fernández. Así se la nombra por ejemplo, en la carátula de la causa Hotesur.
Por Nicolás Wiñazki para Clarin.com