Briski está al mando de Maxidonio. El puchero misterioso, obra de Vicente Muleiro que rinde homenaje al escritor Macedonio Fernández, mediante cinco talentosos intérpretes. Además, dirige Sexágono, una reflexión sobre el amor en la era digital, protagonizada por Nicolás Litvinoff y Delfina Viano. A estas se suma Piedra libre, un fuerte alegato a favor de un Estado palestino.

Un Viaje a lo Inaudito: La Vida de Macedonio Fernández

Briski explica su interés en Macedonio Fernández, destacando su capacidad para transformar la realidad: “En la sociedad argentina creemos que falta creación y humor. Macedonio es el ejemplo de una invención que, sin Borges, seguiría en el olvido”. Su obra propone una revisión de las innovaciones estéticas que caracterizaban al autor.

Sexágono: Crónica del Amor en Tiempos de Pantallas

Con Sexágono, Briski nos presenta una historia de amor postmoderna, que critica la rapidez del mundo actual y la alienación que conllevan las pantallas. “Refleja la carencia de vínculos y la pérdida de afecto”, dice el director, subrayando la resonancia de estas problemáticas en la sociedad contemporánea.

Piedra Libre: Un Eco de Lucha y Dignidad

La obra Piedra libre se basa en relatos de palestinos que enfrentan el genocidio en Medio Oriente. “Es la historia de alguien que vive en un desierto, luchando por la dignidad de su pueblo”, comenta Briski, quien se muestra crítico hacia las similitudes con la historia indígena en Argentina.

Reflexiones sobre el Presente y el Pasado

Al abordar la historia argentina, Briski compara la situación del pueblo mapuche con la de los palestinos, destacando las injusticias que han perdurado en el tiempo. “La complicidad civil ha estado presente tanto en la dictadura como hoy, donde la Argentina se convierte nuevamente en una neocolonia”, reflexiona.

La Insurrección como Parte del ADN Argentino

Frente al panorama actual, surgieron sentimientos de tristeza e indignación. “Para mí, la tristeza podría dar lugar a una bronca insurreccional, que es una opción necesaria”, afirma. Su visión socialista se enfoca en la posibilidad de crear un cambio a partir de la movilización colectiva.

La Microheroicidad Cotidiana

Briski también alude a la microheroicidad presente en su entorno: “Hay muchos héroes en la vida cotidiana, en cada actor que se reúne sin interés económico”. Este espíritu colectivo le da sentido a su labor, haciendo que cada ensayo sea un acto significativo.

Un Maestro en el Colectivo

A pesar de su extensa trayectoria, Briski sigue viajando en colectivo. “La gente que me reconoce es la que tiene menos poder adquisitivo, mientras que hay más intimidad en lugares donde no soy un famoso”, admite, reflejando su conexión con la realidad de su país.

El Teatro como Espacio de Libertad

Para Briski, el teatro es “un juego que sorprende” y destaca que su mayor enemigo es la necesidad de explicarlo. Cada obra es un acto de desafío y reinvención, por lo que el director se siente más vivo que nunca en el escenario, listo para seguir sorprendiendo al público.