Qué hay que preguntar antes de casarse
Hijos,
dinero y familia, temas para conocer antes del "sí"
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¿Queremos
tener hijos?, ¿nos sentimos cómodos al discutir nuestras
preferencias sexuales?; ¿te molesta alguien de mi familia?; o
¿tendremos televisor en la habitación? son sólo algunas de las
preguntas que los expertos en terapia de pareja recomiendan que los
futuros esposos se planteen antes de casarse.
Dar por sobrentendido que se sabe cómo piensa la otra persona en
temas cruciales como hijos, manejo del dinero o familia suele dar
lugar, más tarde, durante el matrimonio, a discusiones y
desencuentros que no siempre llegan a buen puerto.
En temas de amor, se concluye, lo que se ignora puede lastimar.
Amanda Campo y Todd Johnson lo advirtieron en abril último, cuando
ambos, de 28 años, participaron de un retiro católico con otras 44
parejas que planeaban casarse por la Iglesia Católica. Recuerdan
haberse sorprendido de que tantas parejas parecieran estar
seriamente desincronizadas. Por ejemplo, cuando se les preguntó si
comenzarían a formar una familia dentro del primer año de
matrimonio, casi tres cuartos dijeron que no habían hablado en qué
momento y estaban en desacuerdo sobre ese punto, recordó Campo, que
es una diseñadora gráfica que vive en San Francisco, Estados Unidos.
Ese es un punto importante sobre el que hablar, aseguró Campo, y
agregó que ella y Johnson habían decidido, en el momento de su
compromiso, esperar de tres a cuatro años después de la boda, para
tener niños. Aun así, Campo y Johnson, que han salido durante seis
años y fueron educados en las mismas tradiciones religiosas, no
habían abordado varios temas obvios. Como, por ejemplo, quién
administraría el dinero en su matrimonio.
Ella automáticamente pensó: "Tú estás en finanzas, así que deberías
encargarte tú", dijo Johnson, gerente financiero de Genentech. El le
contestó que ella manejaba sus finanzas de manera asombrosa y que
debía ser ella quien administrara las de los dos.
"Nosotros pensábamos igual en un 85% en todos los temas -aseguró
Campos, que se casó con Johnson en octubre-. Pero muchas parejas
pensaban un 85% diferente."
En muchas parejas, los futuros esposos asumen que se conocen entre
sí y que conocen también las reglas básicas del matrimonio, afirman
los expertos. Y a veces los que se dirigen al altar evitan los temas
importantes porque no quieren hundir el bote.
El compromiso a la fidelidad, por ejemplo, es un tema crucial, pero
raramente se aborda, afirmó Robert Scuka, director del Instituto
Nacional para el Mejoramiento de las Relaciones de Bethesda, Estados
Unidos.
"Es importante dejar explícitas esas presunciones implícitas -dijo
Scuka-. Una vez que el compromiso a la fidelidad se hace explícito
se vuelve más difícil, psicológicamente hablando, realizar
racionalizaciones."
Seth Eisenberg dirige clases para nuevos instructores en una
organización independiente que prepara para el matrimonio, con base
en Weston, Estados Unidos, llamada Pairs, que se ocupa de la
aplicación práctica de habilidades en las relaciones íntimas. El
aportó más temas.
Se refirió a una clase reciente que su organización llevó a cabo en
Fort Lauderdale, Estados Unidos. "Un joven, recién casado, pensaba
que su papel era ser responsable de todas las tomas de decisiones de
la pareja -contó Eisenberg-, pero la pareja nunca había discutido
sobre el tema y sus ideas sorprendieron a su mujer."
Las deudas es otro tema importante. Gary Skoloff, socio de Skoloff &
Wolfe, firma legal que se ocupa de los matrimonios en Livingston,
recordó un caso de divorcio que manejó su estudio. Sólo después del
matrimonio el esposo supo que su nueva mujer tenía una deuda con la
universidad de 230.000 dólares. Y como siguió adelante para llegar a
ser asistente legal, Skoloff afirmó que "su posibilidad de devolver
el dinero era nula".
A pesar de que un esposo o esposa no son automáticamente
responsables por la deuda de su cónyuge, Sokoloff destacó que en un
caso como éste "ella podría argüir que él le había prometido que la
ayudaría a pagar cuando se casaran o que ella había gastado sus
ingresos en la familia, luego del matrimonio, en lugar de pagar la
deuda". Cualquiera de esos escenarios puede desencadenar una
pesadilla legal.
Dónde y cómo hablar
A menudo, ayuda tener un foro para esos temas sensibles. Ha
aparecido una gran variedad de opciones de consejeros premaritales
para llegar a soluciones. Muchas parejas buscan asesoramiento a
través de instituciones religiosas, la más conocida es el programa
de la Iglesia Católica Romana llamado Pre-Cana.
Pero es difícil para cualquier persona o institución prescribir un
solo conjunto de temas para que todas las parejas hablen antes de
casarse. Algo de vital importancia para unos puede ser
insignificante para otros.
Una buena forma de empezar podría ser que la pareja se cuestionara
por qué no deberían casarse, sugiere Corey Donaldson de Lake City,
autor de Don t You Dare Get Married Until You Read This! , Ed.
Three Rivers Press, 2001, (¡No se atreva a casarse sin haber leído
esto!). "Son las razones por las cuales no deberían casarse las que
van a causar problemas", aseguró.
Tony Hileman, líder de la New York Society for Ethical Culture,
afirmó que las parejas a menudo no hablan sobre temas de religión,
ni si van a asistir a alguna iglesia, mezquita o sinagoga juntos,
dijo, ni qué papel tendrá la fe en tiempos de crisis.
"Si alguien que es, aunque más no sea nominalmente, religioso en un
sentido tradicional, está con otro agnóstico humanista, ¿han
discutido eso?", se preguntó.
Plantear ese tipo de preguntas insistentemente -como la orientación
sexual de su pareja o la historia médica, incluyendo las
enfermedades mentales- es poco probable que alimente la relación.
Derek Suite, jefe de Full Circle Health, centro de asesoramiento del
Bronx, recomienda un acercamiento amable al tema si se realizan esas
preguntas sin un consejero.
Espere el momento oportuno y comparta desde su propia experiencia,
primero, sugirió. "Uno puede estar en un auto con alguien y esa
persona puede decir: «Estoy invirtiendo en acciones». Y uno puede
responder: «¡Oh! ¿Estás en las acciones? ¿Tienes tus propios planes
de ahorro?» Y eso debería ayudar a abrir el diálogo. El momento
adecuado es muy importante. Si uno aparece con una lista de temas,
se desalentará a la otra persona."
Skoloff, el abogado, también recomienda mucho "tomarse de la mano"
cuando se hacen ese tipo de investigaciones, a pesar de que es
difícil imaginarse hasta dónde deben entrelazarse los dedos para
suavizar una pregunta que él sugiere: ya sea cuando el cónyuge
potencial o su familia tienen una historia de enfermedad mental.
Las parejas deberían recordar que las respuestas a las preguntas
prematrimoniales, ya sean realizadas abruptamente o con cuidado, no
necesariamente van a causar dudas, asperezas o ansiedad.
"El 90% del tiempo los problemas que aparecen están relacionados con
el fracaso en la comunicación", aseguró Eisenberg.
Por Eric V. Copage
De The New York Times
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