Como evitar el
miedo a los exámenes
Según los especialistas, el miedo
influye más sobre las mujeres, sobre los estudiantes autoexigentes y
los principiantes.
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Es uno de los principales motivos de
consulta entre los alumnos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)
afecta directamente el rendimiento académico.
Con el cierre de 2006 en puerta, al cansancio de fin de año se suma
un momento clave en la vida de los estudiantes: los exámenes de
diciembre. Si bien los psicólogos indican que una cuota de ansiedad
es necesaria, esta suerte de adrenalina no siempre suele ser
positiva, especialmente, cuando alcanza niveles elevados, tanto que
hasta puede causar el abandono de la carrera.
Los especialistas de la UNC aseguran que el rendimiento en los
estudios universitarios de quienes presentan este tipo de rasgo
emocional se ve empobrecido debido a la influencia que ejercen los
pensamientos negativos, tanto en la fase de preparación como durante
la realización de la prueba, y se manifiesta a nivel de déficit de
focalización atencional, concentración para realizar la tarea y
recuperación de información. En rigor, la ansiedad ante los
parciales y finales se define como una reacción emocional que las
personas experimentan ante una situación en la que sus aptitudes
serán evaluadas.
En la UNC, el fenómeno viene en alza y constituye uno de los
principales motivos de consulta a los gabinetes psicopedagógicos.
Conformada por manifestaciones fisiológicas, entre las que se
cuentan temblor en las manos, dolor de estómago, sudoración,
alteración en la respiración y aceleración del ritmo cardíaco,
también presenta un elemento cognitivo, responsable de que la
actividad académica del estudiante pueda verse disminuida.
"Se trata de una tendencia a la preocupación que se presenta en
forma de diálogos internos previos, durante y posteriores a la época
de exámenes", explica el psicólogo Javier Sánchez Rosa, miembro del
gabinete psicopedagógico de la Facultad de Ciencias Químicas.
Concretamente, se refiere a esos pensamientos acerca de cuáles
serían las consecuencias en caso de fallar, la comparación del
desempeño propio con el de los pares, la falta de confianza en sí
mismo, inseguridad, pérdida de la autoestima y la posibilidad de
causar aflicción a los padres.
Síntomas y efectos
Algunas facultades de la UNC investigaron la problemática y
encontraron que los jóvenes que sufren ansiedad bajaron su
performance y detectaron, además, que estar preocupado es lo que
genera la interferencia y no los síntomas emocionales o
fisiológicos.
Así surge de los cuestionarios aplicados a 700 alumnos de la
Facultad de Ciencias Químicas y a 300 de Psicología. El test mide la
ansiedad en los sujetos y sirvió de insumo para desarrollar dos
investigaciones.
En el caso de Ciencias Químicas hallaron que la prevalencia de altos
picos de ansiedad es de alrededor del 30 por ciento, lo que
trasladado a su población total (aproximadamente 3.500 estudiantes)
implica unos 1.000 alumnos. También comprobaron que a medida que
aumentan los niveles, disminuye el rendimiento académico.
El gabinete psicopedagógico de esa facultad desarrolló el estudio
tras detectar que la problemática es una de las principales razones
de consulta y la más recurrente, y registrar un incremento en el
número de docentes que solicita información sobre el tema.
Asimismo, consideraron el contexto particular de cursada: altos
grados de competitividad, la necesidad de aprobar dos asignaturas
por año y las consecuencias negativas de un mal desempeño, entre
ellas, el deterioro del promedio y menores chances de acceder a una
beca, un puesto de trabajo, o la carrera de doctorado.
Por su parte, en Psicología obtuvieron resultados similares: un
tercio de los estudiantes consultados presenta ansiedad elevada, y
otro tanto muestra índices moderados. A su vez, observaron que el
estado de preocupación es el desencadenante. "No sólo hay que
prestarle atención a las manifestaciones físicas porque esas señales
pueden ser compartidas con otros estados emocionales; lo que se debe
identificar es en qué está pensando el alumno", explica Luis Furlan,
a cargo de la investigación y docente de la unidad académica.
De acuerdo con el psicólogo, al contener un conjunto de cogniciones
en la mente al momento de rendir que compiten con otras, toda la
actividad que debiera estar orientada a resolver las dificultades
del examen se dispersa para atender expectativas catastróficas,
tales como pensar "me va a ir mal", "no di todo lo que podía" e
incluso, valoraciones más globales, del tipo "no soy bueno o no
sirvo para estas cosas".
Cuestión de género
Una evidencia que se refleja en los resultados de ambas indagaciones
es que los mayores niveles de ansiedad ante situaciones evaluativas
son propiedad de las mujeres.
Según Sánchez Rosa, responsable de la investigación de Ciencias
Químicas, esto puede deberse a que el sexo femenino tiene "más
capacidad para poner en palabras sus vivencias y sentimientos".
Por su parte, Furlan sostiene que este grupo posee "mayor registro
de sus sensaciones corporales y estados emocionales", por eso,
exterioriza esas manifestaciones.
Consultado acerca de la gente que acudió a los talleres que dicta la
Dirección de Orientación Vocacional, Javier Gabbani, uno de sus
miembros, indica que, si bien la mayoría eran mujeres, esto podría
ser reflejo de la población total de la universidad en la que
predominan.
Principiantes
El estudio llevado a cabo en la Facultad de Ciencias Químicas arroja
que los índices más elevados no son exclusividad del género femenino
y también se encuentran entre los alumnos que cursan el ciclo
básico.
"Esto puede deberse al déficit de habilidades de estudio que se
acarrea desde el secundario a la universidad, el cambio en la
exigencia, la carga horaria, la adaptación a un nuevo entorno o
cultura académica, el desarraigo familiar y la poca experiencia de
examen con la que cuentan los alumnos", señala Sánchez Rosa.
Alternativas de tratamiento
Diversos especialistas recomiendan atender el problema a tiempo y
mencionan que puede estar asociado a otras cuestiones, como la
depresión, ansiedad generalizada en ámbitos distintos o alteraciones
en la conducta alimentaria.
Para enfrentar el miedo a los exámenes existen diferentes programas
que pueden exigir una o varias técnicas. Algunos psicólogos se
inclinan por las intervenciones de tipo grupal, ya que consideran
tienen igual o mayor eficacia que las individuales.
Concretamente, los talleres que la UNC trabajan en equipos sobre los
pensamientos del sujeto, atacan los síntomas fisiológicos con
técnicas de relajación y emplean herramientas conductuales para
contrarrestar las acciones compulsivas
Fuente
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