Un mundo virtual
en venta
California, 55 mil dólares.
Florida, 18,047 dólares. Esos son los últimos precios registrados
por las versiones virtuales de dichos estados, que como el resto del
mundo, pueden adquirirse a través de la página
Weblo.com.
Y aunque para muchos la idea de pagar
por una propiedad intangible en una dimensión imaginaria puede rayar
con lo absurdo, lo cierto es que en estos tiempos de internet,
existe una demanda real del mundo virtual.
"Hay muchas razones para ello, desde
las sentimentales hasta las puramente económicas", dice Rocky Mirza,
presidente y co-fundador de la compañía canadiense Weblo.com Inc.
Según sus creadores, el sitio,
inaugurado públicamente el 5 de diciembre (aunque empezó a funcionar
el 26 de septiembre) se habían unido ya en los primeros días de este
mes unas 5,600 personas.
"He comprado varias ciudades
conocidas internacionalmente así como algunos dominios y
propiedades", dice Andy Jonson, señalando que aunque ha recibido
ofertas, todavía no ha vendido nada, ya que su estrategia es esperar
a que suba la cotización.
Entre las ciudades adquiridas por
Jonson está Los Angeles, lo que lo convierte en "alcalde virtual" de
la ciudad.
Los cargos "políticos" -el dueño de
un estado se convierte automáticamente en su "gobernador", el
propietario de un país en su "presidente", etc.- aportan el valor
añadido de generar "impuestos" para su titular.
"El alcalde virtual de Santa Ana o el
gobernador virtual de California, reciben comisiones sobre el resto
de las compraventas que se realicen en su territorio dentro de Weblo",
explica Mirza.
Aunque el concepto de crear un mundo
alternativo en internet no es nuevo, y algunos comparan a Weblo con
Second Life, creada por la compañía Linden Lab con sede en San
Francisco, los internautas empedernidos encuentran diferencias
sustanciales.
Una de las principales es que Second
Life se desarrolla en espacios tridimensionales hipotéticos,
mientras que Weblo despliega el "mundo de toda la vida" en una
página web.
La fama de la torre Eiffel, la ciudad
de Berlín, o el Empire Estate (que fue adquirido originalmente en
Weblo por un dólar y luego revendido por 250) hacen que el mercadeo
de los "productos" de Weblo esté servido.
En cuanto al precio, Weblo tiene
también algunas diferencias, principalmente la de ofrecer membresía
básica gratuita, mientras que otras aventuras internáuticas
funcionan mediante suscripción.
En Weblo además del nivel básico hay
otros cuatro (bronce, plata, oro y VIP) que van desde 4.95 a 29.95
dólares mensuales. Cuanto más se paga mayores son los beneficios
potenciales: mientras que los miembros de nivel básico obtienen 10%
de los beneficios generados por los clics en los anuncios
desplegados en Weblo, los miembros VIP obtienen un 50% de ganancia.
La compañía, por su parte se queda
con un 4.5% de comisión de las transacciones realizadas en su
página, excluyendo las relativas a sitios de "famosos" .
"No hacemos negocio a partir de
personas concretas o marcas, la razón por la que podemos vender una
versión virtual de París, por ejemplo, es que nadie tiene un derecho
de propiedad o marca sobre el mundo o sus divisiones geográficas",
aclara Mirza.
Mirza recuerda que nueve años atrás,
cuando les presentó el proyecto en su concepción, a algunos
inversionistas les parecía nada más que una locura.
"Pero luego hemos tenido más ofertas
de las que necesitábamos", señala el ejecutivo, quien explica que la
compañía tiene un sistema de patentes que protegen su modelo de
negocio.
Dan Goldberg, que ha adquirido varias
ciudades en Weblo con la esperanza de que se aprecien y pueda
conseguir algunos beneficios con su venta, considera que el reto de
Weblo, tras la euforia inicial de compra, será convertirse en líder
y conseguir que la gente lo visite no sólo por curiosidad y una sola
vez sino que regrese una y otra vez al sitio.
"Hay muchas páginas que venden libros
en línea, pero el líder es Amazon. De igual forma si Weblo se
consolida como el líder en compraventa de activos virtuales, el
valor de los mismos seguirá subiendo", opina Goldberg.
De momento, cualquiera puede no sólo
comprar su "casa" (si no la ha adquirido nadie todavía) en Weblo por
el simbólico precio de un dólar, sino gran parte de la réplica
virtual del mundo que también está ahora a la venta en esta página
Fuente
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