El estrés post vacacional
Según advierten especialistas,
se trata de un problema que azota a las personas cuando el verano
pasa a ser un recuerdo. Puede provocar cuadros de depresión,
angustia, mal humor, irritación, ansiedad y cansancio.
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El denominado "estrés post vacacional",
un problema que aguarda a los turistas de regreso al hogar cuando el
veraneo pasa a ser un recuerdo, puede provocar cuadros de depresión,
angustia, mal humor, irritación, ansiedad y cansancio, según
advierten los especialistas.
Hacer la valija, despedirse del mar o la montaña, afrontar la ruta y
prepararse para conectar nuevamente con la rutina cotidiana suele
ser un trance difícil de pasar.
Para muchos, el cansancio y el estrés que produce el después de las
vacaciones suele equipararse con el que se tenía antes de emprender
el veraneo.
Las quejas de quienes deben atravesar la experiencia son avaladas,
ahora, por la opinión de los especialistas.
Según se comprobó, volver a las preocupaciones cotidianas y al
trabajo después de un período de descanso puede provocar cuadros de
depresión, angustia, mal humor, irritación, ansiedad y cansancio.
El fenómeno es conocido como "estrés pos-vacacional", un trastorno
adaptativo natural sufrido por miles de veraneantes y que suele
manifestarse desde el momento de armar la valija de regreso y hasta
que la rutina laboral y doméstica vuelve a ganar los días.
El pico del malestar, por lo general, se produce durante el mismo
viaje de vuelta al hogar, un momento que actúa como bisagra.
Según diversos estudios, este estrés pos-vacacional tiene como
principal grupo de riesgo a las personas jóvenes con mucha exigencia
laboral que, durante las vacaciones, viven una ruptura brusca en su
ritmo de vida.
Pero, además, las amas de casa y los chicos en edad escolar también
son grupos propensos a sufrir este tipo de cuadro.
Para algunos psicólogos, la angustia y el cansancio post vacacional
no constituyen una patología en sí misma, sino que conforman un
cuadro anímico propio de un fenómeno estacional.
Por eso, recomiendan no preocuparse. El estrés, dicen, desaparecerá
a los pocos días de retomar la actividad. En ese marco, aconsejan
respetar un tiempo adecuado de readaptación a las obligaciones
diarias y evitar lanzarse de cabeza en la rutina laboral.
Pero en otros casos, el malestar suele extenderse más allá y generar
un cuadro que se reproduce en el trabajo y en la vida cotidiana.
Este tipo de casos, coinciden los expertos consultados, suele
producirse cuando hay una insatisfacción de base con la actividad
diaria, la familia o el trabajo que quedan suspendidas durante el
veraneo. Volver, entonces, significa un sacrificio aún más duro.
La diferencia es clave. Mientras los médicos aseguran que un cuadro
de malestar que dure unos pocos días después de volver de las
vacaciones no es preocupante, sí aconsejan pedir ayuda profesional
si la depresión, el estrés y el cansancio se extienden más allá.
En esos casos, aseguran, el efecto negativo que produce volver a
casa puede llegar a desencadenar una crisis depresiva que se
encontraba aletargada.
La depresión y la angustia que produce la aventura de volver al
hogar y al trabajo tiene origen en varias causas.
Pero, fundamentalmente, el estrés suele estar generado por un
descanso inadecuado y a una mala utilización del ocio durante las
vacaciones.
Para la psicóloga platense Patricia de Maestri, las causas están
relacionadas con las expectativas "desmedidas" que se depositan
sobre las vacaciones, que "nunca son lo que uno espera que sean".
En esa etapa, los conflictos suelen florecer, explica, por varios
motivos. Por ejemplo, porque se producen encuentros no habituales
durante el año.
Pero sobre todo, resalta, el problema en torno a las vacaciones y a
la mala utilización del tiempo descanso surge a partir de la
necesidad de reemplazar una rutina ligada a lo laboral con otra
rutina "que puede ser igual de agobiante".
"Muchas personas, en vez de buscar en las vacaciones un período de
descanso o de reposo apuestan por el aturdimiento y llenan sus días
de actividades. Tantos estímulos, como se sabe, aplacan la
conciencia lúcida", grafica.
Además, explica, hay un rasgo nocivo que comparten muchos de los que
sufren el estrés posvacacional. "El problema es que ven al veraneo
como una cura para todos los males, como un período en el que se van
a solucionar todos los problemas del año. Pero en realidad, cuando
volvemos los conflictos siguen estando ahí donde los dejamos".
Para mitigar los efectos de el estrés y la depresión posterior a los
períodos de descanso, nada mejor que respetar los tiempos de
readaptación del cuerpo a la vieja rutina. El proceso, explican los
especialistas, es similar al que atravesamos cuando emprendemos las
vacaciones, sólo que a la inversa.
"Cuando volvemos de las vacaciones hay un proceso de reacomodamiento
similar al que pasamos cuando iniciamos el descanso. Pero, en este
caso, tiene que ver con volver a
encontrarse con los horarios, con el trabajo. Y, es sabido, uno
suele adaptarse más fácil al descanso que al trabajo", explica
Patricia de Maestri.
La psicóloga desaconseja, por eso, estirar al máximo las vacaciones
y retornar a casa poco antes de tener que volver a las cuestiones
cotidianas.
"Esa decisión es, sin dudas, contraproducente, porque no hay tiempo
para que el cuerpo se acomode", agregó. En cambio, recomienda que
quienes vuelven del veraneo se tomen
al menos 48 horas para emprender una readaptación más saludable.
"En ese período -explica- lo ideal sería no iniciar ninguna
actividad de exigencia laboral o intelectual. Hay que usar ese
tiempo para, simplemente, reconectar paulatinamente con las cosas
que dejamos antes de irnos" .
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Fuente:
http://www.26noticias.com.ar
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