Explicó que según los estudios, una persona que pasa 8 horas trabajando en un área donde se permite fumar, como el caso de barras, restaurantes y casinos, llega a inhalar durante ese periodo de tiempo el equivalente a fumar 16 cigarrillos. "Los empleados de los casinos tenemos el mismo derecho que todos los demás puertorriqueños a respirar un aire libre de contaminantes y que se nos brinden unas condiciones de trabajo seguras, que no pongan en riesgo nuestra salud", añadió el presidente de la unión.

Por su parte, Othoniel Rosa mostró indignación por la oposición de la Compañía de Turismo a que se excluya a los casinos y hoteles de esta regulación, pues ésta debe velar por los ingresos económicos de los hoteles, pero no a costa de la seguridad y la salud de los miles de empleados que trabajan en el turismo.

Rosa también se unió al reclamo de los empleados de casino, por entender que estos son sometidos a los efectos del humo del tabaco durante horas de trabajo, lo que calificó como condiciones inhumanas de trabajo, pues a estos se les impone que como parte de sus tareas, tienen que inhalar el humo de tabaco", reiteró el presidente de la AIJA.

Un estudio realizado en California evidenció que el personal de los restaurantes tenía una taza de mortalidad de cáncer del pulmón, 4 veces mayor que la población general y 2.5 veces mayor por condiciones cardiacas. En particular, los "bartenders", presentaron una incidencia más alta de cáncer del pulmón que los mineros, bomberos, trabajadores de conductos de aire y empleados de tintorerías.

El Proyecto de la Cámara 2073, tiene como objetivo enmendar la Ley #40. Este fue aprobado el la Cámara de Representantes en la sección pasado y espera por votación del Senado.

Este proyecto cuenta con el endoso de la Asociación Americana del Corazón, la Coalición Antitabaco de PR, Centro de Control de Tabaco, Escuela de Odontología y la Universidad de Puerto Rico, el Departamento de Salud y su Secretaria, la Dra. Rosa Pérez Perdomo, la procuradora del paciente, la Asociación de Inspectores de juegos de azar, la Asociación Puertorriqueña del Pulmón, entre otras casi 50 organizaciones y empresas