El Grupo Orenes-Franco
prevé invertir 20 millones de euros en convertir las
atarazanas del puerto de Castellón en un casino. Así
lo anunció ayer el director de la división de
casinos de la firma, Antonio Martínez Alcázar en el
acto de la presentación del proyecto que compite con
el Grupo Peralada y Rak-Desarrollo de Suelo
Terciario por adjudicarse la infraestructura.
Alcázar destacó que,
en el caso de ganar el concurso, "el casino
estará operativo en 10 meses". Asimismo, indicó
que su proyecto prevé crear "545 puestos de
trabajo". De esta cifra "un 60% será empleo
femenino y al menos un 5% para personal con alguna
minusvalía". También indicó que la empresa
creará una escuela para formar a su personal de
manera continua.
En cuanto al
proyecto, el arquitecto del mismo, Julio Redondo,
explicó que "la localización es uno de los
aspectos cruciales". En las atarazanas, el
casino dispondrá de 4.351 metros cuadrados de
superficie construida. Mientras que la zona
destinada a juego ocupará cerca de 2.000 metros el
resto se destinará a actividades complementarias.
En este apartado
destaca una sala de espectáculos, un teatro, una
sala dedicada a congresos y convenciones así como
una sala de exposiciones. También habrá un servicio
de restaurante.
Desde la mercantil
adelantaron que, en el primer año de puertas
abiertas, el casino espera recaudar "20 millones
de euros en ingresos, lo que supondrá aportar en
impuestos a las administraciones unos seis millones
de euros". Asimismo, señalaron que el capital
social de la firma es de seis millones de euros.
El directivo de la
compañía, Eliseo Orenes, destacó que la compañía
cuenta con un total de 57 casinos a nivel nacional e
internacional. También señaló que su facturación
anual es de 905 millones de euros y que genera 7.000
empleos |