Estuvo muerta frente al TV
dos años y medio
El cadáver de
una mujer de 61 años, en proceso de momificación, permaneció casi
durante dos años y medio en una mecedora ubicada frente al televisor
mientras, en el resto de la casa, familiares y amigos continuaron
con su vida cotidiana como si nada sucediera
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De acuerdo con la
agencia Ansa, Johannas Pope, una mujer de raza negra, vestida con un
vestido blanco y largo, permaneció así desde el momento de su
muerte, el 29 de agosto de 2003, un día de intenso calor, que la
mujer intentaba apaciguar colocándose un paño con agua helada detrás
de la nuca.
Sin embargo, el suyo no es uno de esos dramáticos ejemplos de
personas mayores que mueren sin que nadie se entere.
En este caso, según relataron los medios locales, Johannas no quería
ser sepultada y le pidió a sus familiares que respeten su voluntad
una vez muerta.
"No muestren mi cuerpo, no me entierren. Yo regresaré", vaticinó la
mujer al formular el pedido a sus parientes, según la prensa local.
La persona que la asistía y que vivía con ella, una amiga de 40
años, Kathy Painter, decidió darle el gusto y la dejó en la
habitación frente al televisor desde que murió.
En la planta baja del edificio de dos plantas vivían además de
Painter, la hija de la mujer muerta, Lisa Pope y una niña nacida
después del fallecimiento de la abuela.
El acceso al piso superior estaba bloqueado. Pero Painter iba
diariamente para ordenar la habitación donde quedó sentada para
siempre Johannas.
Las condiciones del aire en la habitación se mantuvieron siempre
renovadas, por eso el cuerpo se fue momificando lentamente, sin
descomponerse.
Mientras, la vida transcurría sin sobresaltos en el resto de la
casa, al 5500 di Davies Place, en la localidad de Madisonville.
Al menos unas cuatro personas sabían que la abuela estaba muerta.
Una hermana de Johannas, que no la veía hacía tiempo, Deborah Gaston,
avisó a la policía sobre lo que estaba ocurriendo.
Cuando los agentes llegaron a la casa de la mujer, "estando afuera
ya se podía sentir la muerte", dijo el médico forense del condado de
Hamilton O"dell Owens.
Se necesitarán semanas para establecer las causas de la muerte de
Johannas, quien padecía lupus.
Mediante una investigación, las autoridades intentarán determinar si
existen signos de violencia en el cuerpo o de abusos cometidos sobre
el cadáver o si alguien pudo beneficiarse económicamente con la
situación.
Painter dijo a las autoridades que esperaba que su amiga regresara
como se lo había prometido.
SITIOS SOBRE MUERTE
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Fuente:
http://www.derf.com.ar
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