¿Es el ser humano capaz de procesar toda la
información que tiene a su alcance?
Con sólo apretar algunas teclas,
podremos tener acceso a gran parte del conocimiento acumulado en el
mundo. Y lo haremos desde casi cualquier parte.
Se están escaneando libros y se
graban y archivan programas de televisión para la internet. Los
programas de radio también están siendo convertidos digitalmente a
podcasts (archivos de sonido).
Actualmente, los iPods más nuevos ya pueden almacenar todos los
discos que posee una persona, fotografías digitales y clásicos de
televisión como la serie de Alfred Hitchcock junto con otros
populares programas contemporáneos.
¿Toda esta información accesible al
instante nos hará más inteligentes, o simplemente nos estresará más?
¿Cuándo podremos tener un rato libre para pensar, absorber y
ponderar todos esos datos?
"La gente ya está pasando apuros y
sintiendo como que tiene que mantenerse al día con la diversa
variedad de fuentes de información que tiene", dijo David
Greenfield, psicólogo que escribió el libro "Virtual
Addiction" ("Adicción virtual"). "Hay un límite para la
cantidad (de información) que podemos manejar".
Puede requerirse una tecnología más
avanzada todavía para hacer frente a los problemas que provoca el
tener una tecnología avanzada.
Desde luego, si se utilizan
adecuadamente, los nuevos recursos tienen un enorme potencial para
forjar la forma en que vivimos, estudiamos y pensamos.
Por ejemplo, piense en los libros.
Nicole Quaranta, de 22 años,
es una típica joven que estudia un posgrado en educación por la
Universidad de Nueva York y usa internet para realizar la mayor
parte de sus investigaciones. Verificará bases de datos en búsqueda
de revistas académicas y artículos periodísticos, pero rara vez
usará libros, aunque reconoce que un autor que tardó años en
redactar un libro de 300 páginas podría tener un punto de vista
único.
"La biblioteca intimida porque
tengo que ir allá y todo está organizado por área académica",
dijo Quaranta. "Ni siquiera sé por dónde empezar".
Si fuera tan sencillo buscar libros
como lo es hallar páginas de internet, entonces pensaría en
utilizarlos. De otra forma, podrían no existir y ella no los echaría
de menos.
Con una nueva generación que espera
hallar todo en internet, las bibliotecas, organizaciones sin fines
de lucro y compañías líderes en búsqueda de datos como Yahoo Inc. y
Microsoft Corp. están asignando cientos de millones de dólares entre
todas para escanear libros y otros materiales impresos, de forma que
puedan ser colocados en un índice y consultados en línea. La
editorial HarperCollins incluso anunció a mediados de diciembre que
planea digitalizar su vasto catálogo.
Sin embargo, el acceso a la mayor
parte de los trabajos con derecho de autor sigue siendo limitado.
Por ejemplo, Google Inc. está mostrando sólo porciones de los
textos, por lo que los que desean consultar más se ven obligados a
dirigirse a una tienda de libros o biblioteca cercana. A pesar de
ello, editoriales y grupos de autores han demandado a Google.
El tener acceso en línea le permitirá
a los eruditos y a los lectores comunes obtener descripciones de
primera mano de libros en lugar de interpretaciones secundarias
colocadas en internet que pueden ser inexactas o tendenciosas.
"Hay muchísimos libros realmente
buenos, aunque no muy conocidos, que es realmente imposible obtener",
dijo Dick Gross, de 61 años, un físico radiólogo retirado que
busca libros viejos con enseñanzas de la Biblia. "Están bajo
llave en la biblioteca de alguien, mientras que gente que vive muy
lejos de allí no tiene acceso a ellos".
A Alan Staples Jr., un
empresario de 23 años, le gusta tanto la idea de poner libros en la
internet que incluso está dispuesto a pagar algunos centavos por
página sólo por evitar tener que ir a una biblioteca.
De hecho, Amazon.com Inc.
anunció un programa así en noviembre y está trabajando con editores
para obtener los derechos necesarios.
Mientras tanto, los programas de
televisión que solían estar bajo llave en bóvedas de televisoras o
estudios comienzan a aparecer en internet.
"Antes, una vez que había sido
transmitido al aire, desaparecía, y realmente no contribuía a
nuestro espacio de conocimiento", dijo Jakob Nielsen,
experto en diseñar páginas de internet con Nielsen Norman Group.
Durante el año pasado, Google ha
estado grabando digitalmente noticias y otros programas de varias
televisoras en la zona de San Francisco (aunque la compañía sólo ha
difundido imágenes fijas y texto en forma de subtítulos hasta que
arregle las cuestiones de patentes).
America Online Inc. y Warner Bros.
ofrecen acceso gratuito a decenas de series de televisión viejas. Y
recientemente Apple Computer Inc. comenzó a vender episodios de
programas viejos y nuevos realizados por la ABC y la NBC Universal
por 1,99 dólares cada uno, los cuales pueden ser vistos en
computadoras y en sus iPods más modernos.
Steve Jones, profesor de
comunicación en la Universidad de Illinois en Chicago, dice
que la centralización y acceso sencillo podrían favorecer que la
gente aproveche más su inteligencia: En lugar de desperdiciar tiempo
en hallar información, podría concentrarse más en evaluar su valor.
Pero existe el peligro, dice, de que
la gente dé por hecho el valor de la información: El asumir que
cualquier cosa que salga primero es la mejor.
Peor aún, la gente podría simplemente
desconectarse.
El trabajo de campo efectuado por
Jennifer Kayahara, una estudiante de posgrado de sociología en
la Universidad de Toronto, muestra que la gente ya se siente
abrumada ante la forma en que se manejan las cosas actualmente.
"Las personas que no suelen buscar
mucho en internet dan esa razón: 'Hay demasiado'", señaló, y
dijo que a la gente le preocupa que se les escape algo, pero no
tienen el tiempo para buscarlo.
La clave podría estar en tecnologías
que coloquen al principio los datos que uno busca, o que le gustaría
recibir, incluso si no sabe cómo buscar. El analista de búsquedas
Danny Sullivan describe una herramienta así como "una especie de
detector de metales o imán para extraer todo lo bueno del pajar".
Incluso más importante será el tener
buenas habilidades para buscar; estar 'alfabetizado' para
seleccionar información, si es que se le quiere llamar así. Eso
significa saber dónde y cómo buscar, y evaluar lo que se obtiene.
Y eso es crucial a medida de que la
gente se ve inundada de información electrónica las veinticuatro
horas de los siete días de la semana, y no sólo en sus computadoras.
Los teléfonos celulares están siendo transformados en herramientas
de búsqueda, y los iPods se están convirtiendo en pequeñas
televisiones.
Y con el acceso inalámbrico a
internet introduciéndose en todos los nichos de la vida _incluso
está llegando ya a los aviones y los taxis_ tendremos que buscar un
refugio para protegernos de la era de la información.
"Si uno llena cada minuto con más
medios de comunicación, nunca tiene tiempo para pensar en forma
independiente", dijo Nielsen. "Uno puede tener todos los datos
específicos, pero el nivel superior es el conocimiento y la
comprensión. Se carece de tiempo para hacer esa reflexión si uno
recibe flujos interminables de información.
"Todo lo que uno puede hacer es
agacharse para esquivarla", señaló.
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Fuente:
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