Cayeron dos de los ladrones de las cajas del Banco Río con 1 millón de dolares

Eran los únicos de los ocho sospechosos que no habían huido del país; en varias viviendas tenían US$ 938.700, 30.084 euros, 80.315 pesos y joyas; planeaban escapar hacia Paraguay.

Hace poco más de un mes, el sospechoso, de 52 años, fue filmado por las cámaras de seguridad de la sucursal Acassuso del Banco Río mientras le cantaba el feliz cumpleaños a una rehén, vestido con un guardapolvo como el que usan los médicos y un estetoscopio colgado en el cuello. Cuarenta días después, él y su novia, de 30 años, eran los únicos de los ocho presuntos autores del denominado "robo del siglo" que no se habían ido del país.

Anteayer los detuvieron en Wilde cuando circulaban a bordo de una camioneta Hyundai Galloper modelo 1997, que la pareja había comprado y reparado hacía una semana para huir hacia Paraguay. No se resistieron, a pesar de que al lado del asiento llevaban una pistola calibre 22 Magnum.

Doce horas después, a primera hora de la mañana de ayer, los detectives de la Dirección de Investigaciones de la policía bonaerense allanaron siete viviendas, entre las que figuraban la casa del hijo del detenido, en Flores; la suya, en San Cristóbal, y la de su novia, en Pompeya, y secuestraron 938.700 dólares, 30.084 euros, 80.315 pesos y ocho kilogramos de alhajas de oro y joyas, que serían parte del botín del asalto contra el Banco Río.

Según importantes fuentes de la investigación policial y judicial, los dos detenidos serían Rubén Alberto de la Torree, que pasó 24 de sus 52 años preso, por distintos robos, en nueve cárceles bonaerenses y del Servicio Penitenciario Federal, y Silvia Liliana Fernández.

Ambos serán indagados hoy por la mañana por el fiscal de San Isidro, Jorge Ariel Apolo, quien ordenó la realización de más allanamientos y envió exhortos a Brasil, Uruguay, Paraguay y a dos países del Caribe con el fin de buscar más pistas sobre los seis sospechosos que abandonaron la Argentina la noche siguiente del robo.

Anteayer, además, la policía detuvo a otras tres personas que no tuvieron participación directa en el robo, pero ayudaron a esconder parte del botín.

Se trata del hijo de De la Torre, quien se peleó con el agente de la Policía Federal que lo apresó en su casa de Portela 56, en Flores, y fue acusado de supuesta tenencia ilegal de arma de guerra y resistencia a la autoridad. También fueron detenidos el primo del sospechoso De la Torre y su esposa, cuando con un bebe en brazos intentaban tomar un colectivo en Rivadavia, y Portela. En poder de la pareja, la policía secuestró 158.000 dólares.

En principio importantes fuentes de la investigación habían señalado que el imputado se había ido a Paraguay la noche siguiente del robo y fue apresado cuando regresó para buscar a su esposa.

Sin embargo, ayer por la mañana, al salir de la casa de Portela 56, el fiscal Apolo sostuvo: "El sospechoso detenido no había salido del país, y estaba a punto de viajar hacia el Norte, presuntamente hacia Paraguay. Hemos encontrado indicios que determinarían, en principio, que fue uno de los responsables del robo; era el que estaba vestido con un delantal blanco".

Sobre la participación de la novia de De la Torre en el robo, se informó en principio que fue la mujer que salió del banco cuando los ladrones irrumpieron en la entidad y, con un handy desde fuera de la sucursal se dedicó a pasarles información a sus cómplices sobre los movimientos de los policías que rodearon el banco.

Si bien De la Torre no sería el cabecilla de la banda, tuvo participación activa en el grupo operativo que irrumpió armado en el banco y en la construcción del túnel.

El asalto a la sucursal Acassuso del Banco Río ocurrió el 13 de enero último cuando, minutos después de las 12.30, cinco ladrones irrumpieron en la entidad situada en la esquina de Perú y Avenida del Libertador y tomaron como rehenes a 23 personas, entre empleados y clientes.

Minutos después, como uno de los custodios de la entidad hizo sonar la alarma silenciosa que se activó en la Jefatura Departamental de San Isidro, más de 200 policías rodearon la entidad. Mientras uno de los ladrones, señalado por los testigos como el sospechoso de la barba candado, vestido con traje y camisa rosa, negociaba con la policía para liberar a los rehenes, sus cómplices hicieron un boquete en la sala de máquinas, situada al lado del tesoro de la entidad, en el subsuelo.

Ese boquete les permitió a los delincuentes acceder a un túnel, de 15 metros que ellos mismos cavaron y que terminaba en el desagüe pluvial instalado debajo de la calle Perú. Por allí escaparon y pasaron debajo de los policías que rodeaban el banco, luego de robar el dinero guardado en 145 de las 408 cajas de seguridad de la entidad.

Durante los siete allanamientos realizados ayer, los policías secuestraron cuatro armas, entre las que figura una escopeta, proyectiles y cartuchos de distintos calibres, cinco gorras con la leyenda "PFA" y "Seguridad"; cinco handies, doce teléfonos celulares y 25 chips memoria para esos teléfonos. Entre las herramientas halladas figuran amoladoras, perforadoras, discos de corte, mechas, escaleras y un martillo hidráulico.

Según fuentes policiales y judiciales, los procedimientos se realizaron en una casa de Avellaneda que pertenecería a De la Torre, en dos departamentos del inmueble situado en Portela 56, donde vivían el hijo del sospechoso y su primo; en un departamento del barrio porteño de San Cristóbal, donde residiría el imputado; en la casa de Pompeya, que pertenecería a su novia, y en otras tres propiedades que eran utilizadas por el sospechoso.

"Todas las herramientas son fundamentales para probar la participación de los dos sospechosos detenidos en el robo. Además, hemos secuestrado ocho kilogramos de elementos valiosos, como relojes y joyas", expresó el director de Investigaciones de la policía bonaerense, Osvaldo Seisdedos.

El jefe policial destacó el trabajo de los detectives que participaron en la pesquisa y anunció que la investigación continuará con la búsqueda de los otros integrantes de la banda que estarían identificados y que se procura su detención dentro y fuera del país.

Entre los prófugos figura el dueño de la casa de la esquina de Tres Sargentos y Dardo Rocha, situada junto a una de las alcantarillas por la que los ladrones salieron del desagüe y huyeron finalmente con el botín.

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Fuente: http://www.lanacion.com.ar/

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