Argentina sufrió, pero obtuvo un triunfo clave
Ganó 2-1 con
tantos de Crespo y Saviola. Drogba descontó para los africanos. En
el segundo tiempo, Palacio y Lucho González reemplazaron a los
goleadores. Este encuentro abrió el Grupo C de Alemania 2006, en el
que también juegan Holanda y Serbia y Montenegro, que se enfrentan
mañana.
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A cuatro años de la triste y recordada
eliminación ante Suecia en el Mundial de Corea-Japón, Argentina
iniciaba el camino en Alemania 2006. El objetivo, no había
dudas, era torcer aquella nefasta historia y escribir una con
sonrisas y festejos. Enfrente, como en Italia 90, un equipo
africano: en este caso, Costa de Marfil, debutante absoluto. Las
conjeturas tejidas en la previa quedaban en el olvido y, ante una
multitud celeste y blanca, la pelota empezaba a rodar en Hamburgo.
Y arrancaron como si se conocieran: sin estudiarse, sin medirse. Sin
cautela. El conjunto de Pekerman salió a presionar en el primer
minuto e intentó jugar cerca del arquero marfileño. Sin embargo, a
base de empuje y actitud, los Elefantes se pararon en campo
argentino gracias a la movilidad de Boka y, fundamentalmente, Akalé.
El carrilero izquierdo desbordó, envió un centro y Drogba, de
cabeza, la tiró por arriba. En la siguiente, Akalé volvió a aparecer
con una excelente diagonal hacia el medio y remató con potencia,
cerca del ángulo superior derecho de Abbondanzieri.
Así se planteaba el tramo inicial entre Argentina y Costa de Marfil.
Los africanos manejaban la pelota y le cerraban los espacios a la
Selección, que no tenía profundidad y, mucho menos, claridad en
tres cuartos de cancha.
Poco faltaba para cumplir el primer cuarto de hora de juego cuando
Argentina dispuso de la primera ocasión de gol. Maxi Rodríguez
encaró por derecha y tiró un buen centro que Crespo a punto estuvo
de conectar. De esa jugada surgió el tiro de esquina y también la
polémica: Ayala metió un frentazo bárbaro tras el envío de
Riquelme y el arquero Tizié no pudo retener contra su palo derecho.
La pelota cruzó apenas la línea, pero el árbitro belga De Bleeckere
no cobró lo que hubiese sido la apertura del marcador.
Tan parejo y equilibrado como abierto, el partido estaba para
cualquiera de los dos. Aunque, es cierto, Argentina inclinaba la
cancha lentamente contra el arco marfileño. A los veinte, avisó de
contraataque: Abbondanzieri sacó rápido, Saviola se la dio a
Riquelme y éste habilitó a Crespo. El nueve la tocó al medio pero
enseguida llegó el rechazo. Y tres minutos después, el desahogo:
Riquelme mandó un buen tiro libre desde la izquierda y, luego de un
entrevero entre Heinze y Sorin, Crespo encontró la pelota boyando y
la empujó. Argentina gritaba y se aliviaba.
Al contrario de lo que podía suponerse, la ventaja no le hizo bien a
la Selección. Porque al margen de un remate cruzado de Saviola desde
afuera del área que no ocasionó mayor peligro, Costa de Marfil
salió con todo en busca del empate. Kalou lo tuvo primero tras
una pared con Keita, pero su disparo se fue cerca. Después fue el
turno de Drogba, quien quedó mano a mano con Abbondanzieri: Ayala,
de gran nivel, cerró justo y evitó la caída. Y la más clara estuvo
en la cabeza Keita, quien quedó solo ante el Pato y no supo definir.
Los africanos jugaban mejor y dominaban ampliamente. Pero tanto
fallaron en la puntada final que recibieron un duro golpe antes de
que terminara el primer tiempo. A ocho minutos del descanso,
Riquelme metió un gran pase en cortada desde la izquierda hacia el
medio y por atrás de todos apareció Saviola. El Conejito ganó en
velocidad y, ya adentro del área, punteó con derecha ante la salida
de Tizié para provocar el delirio argentino por segunda vez.
De cara al entretiempo, Argentina era todo festejo y Costa de
Marfil, desazón.
La diferencia había le había dado tranquilidad a la Selección
y quedó claro en el arranque de la segunda etapa. Con el toque y la
movilidad como bandera, el equipo de Pekerman tomó de arrebato las
riendas del partido y bloqueó la salida un conjunto de Costa de
Marfil que ya no tenía la claridad del primer tiempo. A los dos
minutos, Saviola demostró que estaba en su día, hilvanó una gran
jugada y habilitó aún mejor a Maxi Rodríguez. El volante se demoró y
la tiró por arriba.
El juego estaba planteado en el medio, donde Argentina manejaba
los hilos y soportaba sin sobresaltos la presión que proponían
los africanos. En una chance aislada, Riquelme estuvo muy cerca de
aumentar, de tiro libre. Y llegando al promedio de la parte final,
Pekerman decidió hacer el primer cambio. Rodrigo Palacio ingresó en
lugar de Crespo para darle más vértigo al ataque y, claro está, con
la intención de liquidar definitivamente la historia.
El trámite atravesaba un bache importante. Por un lado, Argentina
controlaba las instancias sin apuro y le daba forma a una victoria
más que importante, forjada más que nada a raíz del gran poder de
contundencia. Mientras tanto, los marfileños buscaban la forma
de acercarse a Abbondanzieri. Con poco éxito a excepción de algunas
apariciones en cuentagotas. Drogba tuvo en sus pies dos
oportunidades interesantes, pero le falló la puntería, al igual que
a Kone. Como podían, los Elefantes iban por un milagro que cada vez
veían más lejano.
A quince minutos del final, Pekerman hizo la segunda modificación.
Lucho González reemplazó a Saviola, de gran labor pese a que la
opinión popular pedía tanto a Messi como a Tevez para acompañar a
Crespo en la delantera. Y cuando todo parecía calmo y liquidado para
Argentina, Costa de Marfil descontó. Tras un centro desde la
derecha y otro de la izquierda, Drogba anticipó a Ayala y, parado
prácticamente en el punto penal, tocó de zurda a la red. Nada pudo
hacer Abbondanzieri para evitar un desenlace dramático, a puro
nervio.
Y así fue, nomás. Los marfileños lo vieron posible e intentaron la
hazaña. Desbordes, remates de media distancia y centros fueron las
variantes utilizadas por un conjunto africano que demostró un muy
buen nivel de juego a lo largo de gran parte del partido. El
esfuerzo no le alcanzó. El tiempo se esfumó y decretó el triunfo
argentino, tan ansiado y esperado como festejado. Y aunque sufrió y
pasó sustos en más de una ocasión, la Selección se quedó con tres
puntos importantísimos en la apertura del Grupo C. Fundamental
de cara a lo que viene, el próximo viernes ante Serbia y Montenegro
Todo sobre el Mundial de Fútbol 2006 Alemania
Fuente:
http://www.clarin.com
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