ARGENTINA GANO Y VA POR ALEMANIA
La Selección le
ganó a México 2-1 en el alargue y avanzó a los cuartos de final de
la Copa del Mundo. Borgetti -en contra- y Maxi Rodríguez anotaron
para el equipo de Pekerman. Los aztecas se habían puesto en ventaja
a través de Márquez. La próxima cita será el viernes a las 12 ante
el local, en Berlín.
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Argentina llegó al partido frente a
México por los octavos de final, animado por el primer puesto
conseguido en el Grupo C, pero sabiendo que sólo le servía el
triunfo y que poco importaba lo hecho hasta el momento. Con la
necesidad de una victoria, la Selección salió a presionar bien
arriba desde el primer minuto. Y pese a que Pekerman sorprendió con
el ingreso de Lionel Scaloni en lugar del lesionado Nicolás Burdisso,
el mensaje era claro: aportar más lucha en el mediocampo,
aprovechando el ida y vuelta del lateral-volante.
En tanto, México, que recibió muchas críticas luego de la derrota
ante Portugal, accedió al encuentro de esta tarde con el objetivo de
un triunfo para cambiar la pálida imagen dejada en la fase inicial.
Su técnico, el argentino Ricardo Lavolpe fue el foco de todas los
reproches, sin embargo no se achicó y aseguró que su equipo podía
vencer al seleccionado argentino, pero que para eso primero debía
quitarle la pelota.
De entrada nomás, el conjunto de Ricardo Lavolpe se plantó bien
arriba. Con Ramón Morales abierto por la izquierda y Pavel Pardo
escalando por la derecha, el Tri asfixió a Argentina,
que no lograba hacer pie. Y en la primera que tuvo
a su favor, cuando recién habían pasado 5 minutos, el conjunto
azteca consiguió la apertura del marcador. Morales peinó un centro
perfecto de Pardo y Rafa Márquez apareció solito por atrás y de
cachetada puso el 1-0. Un verdadero baldazo de agua fría para la
ilusión de Argentina.
Pero la respuesta de Argentina no tardó en llegar. Riquelme le
imprimió mucha rosca a un corner desde la derecha y cuando Crespo se
aprestaba para festejar, fue anticipado por Jared Borgetti, quien en
su intención por despejar de cabeza, le dio el empate al equipo de
Pekerman. Respiro y tranquilidad para nuestra
Selección.
Y si se pensaba que México iba a sentir el golpe, sucedió todo lo
contrario. Pardo le seguía ganando las espaldas a Sorin y Morales
era una preocupación constante para Scaloni. Es que el volante de
las Chivas se juntaba con el juvenil Guardado y le hacían el dos-uno
a Lio. Cambiasso, al igual que frente a Costa de Marfil,
aparecía perdido en la función de doble cinco. Todo era del conjunto
azteca, que aprovechaba mejor las falencias del rival.
De a poco, la Selección fue ganando terreno.
Riquelme empezó a adueñarse de la pelota y Maxi Rodríguez a imponer
su velocidad y a complicar a Castro. A los 22 lo tuvo Crespo, pero
el remate delantero del Chelsea, pasó muy cerca del palo derecho del
arco defendido por Oswaldo Sánchez. Argentina tenía la iniciativa
pero hacía todo muy lento. México, en cambio, salía rápido de contra
tratando de explotar la velocidad de Pardo y, en especial, los
desajustes entre Mascherano y Cambiasso.
El plan táctico pensado por Lavolpe se estaba cumpliendo a la
perfección. Es que su equipo tenía el control emocional del partido
y no pasaba sobresaltos en defensa. Además, Fonseca y Borgetti se
asociaban para complicar a Ayala y Heinze. Y para colmo, como
Saviola y Crespo no lograban encontrarse, todo se limitaba a
intentos individuales.
A los 37, México sufrió una baja sensible: Pavel
Pardo, lesionado, tuvo que ser sustituido por Gerardo Torrado. A
esta altura el partido era muy trabado en el medio y todo se volvía
muy previsible. Sobre el final, Heinze no pudo controlar un pase del
Pato Abbondanzieri y fue anticipado por Fonseca. El defensor del
Manchester United no tuvo más remedio que bajarlo y, por ende, se
ganó la amarilla. Pekerman miraba atónito y en cada interrupción les
pedía a sus jugadores que se ordenaran.
En el arranque del segundo tiempo las cosas no cambiaron demasiado.
Argentina seguía sin encontrarle la vuelta a la maraña táctica
planteada por México. El equipo de Lavolpe lucía sólido en defensa y
se apoyaba en la buena circulación de pelota de sus
volantes para jugar lejos del arquero Sánchez. Y como Riquelme debía
bajar mucho a buscar la pelota, Saviola y Crespo quedaban muy
aislados.
El Conejito se movía por todo el frente de ataque pero no encontraba
socios. Hasta que apareció Román, y le puso uno de esos pases
milimétricos que lo distinguen, pero el Pibito no lo supo definir
ante la desesperada salida de Sánchez. Argentina comenzaba a
complicar a México, que ya no preocupaba
tanto en ataque y parecía decidido a aferrarse al empate.
Ayala y Heinze se empezaron a afirmar en defensa y tanto Fonseca
como Borgetti dejaron de inquietar. Argentina era más y seguía
teniendo la pelota, pero no lograba ser punzante.
Pekerman tomó nota de esto y mandó a la cancha a Tevez, en lugar de
Crespo, para que se asocie con Saviola. Y enseguida nomás, el
elegido fue Aimar, en reemplazo de un poco participativo Cambiasso.
Había poco margen y Argentina iba en busca del gol de la victoria. Y
por eso, Pekerman quemó todas las naves: a la
cancha Messi, en lugar de Saviola, quien cumplió un buen partido.
Tevez entró con todo y explotó a fondo las falencias del equipo
mexicano. Y en el final el Apache casi tiene su premio, cuando Rafa
Márquez falló a un cruce y le dejó el camino libre. Sin embargo, el
delantero del Corinthians no se animó a patear de zurda y cuando
quiso enganchar hacia el medio, fue bloqueado por la defensa azteca.
Parecía que no había tiempo para nada más, pero no fue así. Luego de
una buena triangulación en ataque, Aimar recibió solo dentro del
área y vio muy bien a Messi, quien mandaba la pelota al fondo de la
red, pero el juez Massimo Busacca cobró una inexistente posición
adelantada a instancias del línea Matthias Arnet, quien parecía
tener el brazo siempre listo para levantar su banderín, y así se
fueron al suplementario.
Argentina era más ambicioso y buscaba por todos lados. México, más
que nunca, se refugiaba en su área y apostaba todo a una contra, con
la velocidad del brasileño Zinha y la potencia de Fonseca.
Pero lo pagó muy caro: Sorin cambió de frente para la
llegada de Maxi Rodríguez, quien la bajó muy bien y sacó un zurdazo
cruzado que se metió al ángulo izquierdo del arco de Sánchez. GO-LA-ZO
del ex Newell's, quien al igual que contra Serbia y Montenegro
volvía a erigirse en figura.
Todo sobre el Mundial de Fútbol 2006 Alemania
Fuente:
http://www.clarin.com
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