Puso cámaras de video para espiar a su vecina en el baño

La mujer descubrió el sofisticado mecanismo de observación cuando se cambiaba en su casa de barrio Larrea, lindera a la del fisgón.

Ella vive allí hace 15 días y él, que construyó las viviendas, la miraba por TV

"¿Viste la película de Sharon Stone?". La pregunta que lanzó un oficial de la policía rosarina ante una consulta de La Capital se refería al filme "Sliver", de 1993. En ese thriller erótico, el personaje interpretado por William Baldwin espiaba mediante un sofisticado circuito cerrado de televisión a los habitantes de un lujoso edificio neoyorkino que él mismo había diseñado y construido. Y entre sus "blancos" predilectos estaba, obviamente, la rubia y sensual actriz. Ayer se conoció una situación casi calcada, sólo que en vez de tener como escenario a la Gran Manzana, el hecho se trasladó a dos viviendas ubicadas en los confines del rosarino barrio Larrea. Por el insólito episodio, un arquitecto estuvo demorado unas horas en la seccional 20ª acusado de fisgonear a su joven vecina a través de dos minicámaras de video que había colocado secretamente en el dormitorio y en el baño de la casa de la mujer, edificación que el mismo había levantado.

Los diminutos artefactos, según comprobó la policía, tenían un cableado que confluía dentro del taparrollo de la persiana del dormitorio del voyeur, que vive en la casa lindera, medianera de por medio. En esa pieza, el hombre tenía instalado un televisor de 21 pulgadas y una videograbadora, aunque los cables no estaban conectados a esos aparatos. El caso quedó caratulado preventivamente como "violación de domicilio" e interviene el juez Correccional Nº5, Eduardo Costa, quien dispuso la excarcelación del tecnologizado fisgón mientras avanza la pesquisa.

Los oficiales de la seccional 20ª, al mando interinamente del comisario Guillermo Sardá, desentrañaron todo a raíz de una denuncia realizada por Evelyn, una mujer de 27 años que vive con su hija de 7 en México al 1400 bis. "La chica llamó a la policía porque dijo que mientras se cambiaba en su habitación alcanzó a ver por una ranura del taparrollo de la persiana una lucecita roja. Cuando se acercó comprobó que era una minúscula cámara de video", contó un oficial de esa repartición.

Luego de superada la primera sorpresa, la mujer comenzó a revisar palmo a palmo su vivienda y así detectó otro aparatito escondido en el respiradero del baño, ubicado a una altura de 1,30 metro del piso y enfocada hacia la ducha. "Lo primero que hicimos fue constatar la existencia de las cámaras y luego encontramos que el cableado iba hacia la casa del vecino. De inmediato se pidió una orden de allanamiento al juez Costa para ingresar a la casa lindera", comentó la fuente.

El vecino resultó ser Víctor F., un arquitecto de 43 años que vive solo en la casa pegada a la de Evelyn. Cuando la policía revisó la vivienda se encontró con que los cables que salían de las minicámaras llegaban hasta el taparrollo de la ventana del dormitorio, habitación en la que se ubicaban un televisor y una videograbadora. "Cuando abrimos el cobertor nos encontramos con los cables sueltos. Es decir que no tenían puestas las terminales. Parecía como que los habían arrancado", agregó el vocero.

En la requisa a la casa del arquitecto voyeurista, los investigadores secuestraron además de las camaritas, 15 películas pornográficas, el televisor y la videograbadora. La mayoría de los films triple X tenían títulos como "Diario prohibido de una enfermera", "La perversa Bárbara" y "Virtual sex", entre otros. Pero también había algunos casetes sin etiquetas cuyo contenido era desconocido para los investigadores hasta la noche de ayer. Todo ese material quedó incautado ante la posibilidad de que allí se almacenaran imágenes obtenidas por las cámaras instaladas discretamente en la casa de Evelyn.

Según indicaron fuentes policiales, el arquitecto se mostró sorprendido por el hallazgo y negó todo. Es más, aseguró que la videograbadora estaba descompuesta. De acuerdo a lo que pudieron reconstruir los investigadores, Víctor y la mujer eran amigos desde hace muchos años. Ella había trabajado con él en una empresa de construcción y también haciendo tareas de limpieza en su casa. Al parecer, con el paso del tiempo trabaron cierta amistad porque, al decir de los pesquisas, el terreno donde se levantan las dos casas fue comprado "a medias" entre ambos. Tras ello, Víctor diseñó y construyó las viviendas y Evelyn se instaló en la que le correspondía hace dos semanas. "El lugar estaba prácticamente a estrenar", dijeron los voceros policiales.

Ayer trascendió que Víctor, que en ningún momento se opuso al allanamiento judicial y colaboró con la policía, habría hecho los planos y dirigido la construcción de las dos viviendas que por lo que se veía ayer desde afuera estaban ubicadas "en espejo".

El vocero consultado afirmó que la inusual situación dejó perturbados a ambos protagonistas. "Estaban bastante asustados. El desconfiaba de ella y ella de él".

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