Francia lo dio vuelta y dejó a
España sin nada
Le ganó 3-1 en
Hannover y avanzó a los cuartos de final. Ribery, Vieira y Zidane
anotaron los tantos franceses. David Villa, de penal, le había dado
la ventaja transitoria a los de Aragonés. En la próxima instancia,
los de Domenech chocarán con Brasil. Vea los goles del partido.
Era un choque especial el que
protagonizaban España y Francia. En la previa, tal vez el más
interesante de octavos de final. Para los primeros significaba todo
un desafío, ya que nunca en la historia habían mejorado la cuarta
posición. Esta vez, La Furia llegaba en un momento bárbaro tras
ganar el Grupo H con puntaje ideal, y el ánimo estaba por las nubes.
Enfrente aparecía un equipo que no atravesaba precisamente su mejor
momento y, pese al invicto, debió sufrir para clasificar. Hannover
era el escenario testigo para un duelo que se proponía cumplir con
los dotes de atractivos que se había ganado en la antesala.
A la hora de que la pelota corra al ras del suelo, los galos se
mostraron levemente más ambiciosos e intentaron plantarse en campo
rival. Pero los españoles emparejaron rápidamente las acciones y el
trámite se hizo de ida y vuelta. Ninguno de los dos especulaba
y ambos tenían como objetivo el arco vecino. Se planteaba un partido
entretenido.
Cerca del promedio de la etapa inicial, Francia tuvo una chance muy
clara para romper el cero. Malouda recuperó la pelota en el medio,
tocó para Zidane (¿se despedía del fútbol?) y el número diez francés
abrió a la derecha para Henry. El delantero del Arsenal inglés mandó
un centro bajo al corazón del área que Ribery ni Vieira lograron
conectar. Era un aviso.
España salía del susto e iba en busca de una respuesta rápida. Y
vaya si consiguió lo que quería. Enseguida, Pablo recibió una pelota
en el área y Thuram, de manera imprudente, le dio un duro pisotón en
el talón. El jugador del Valencia cayó y el árbitro italiano Roberto
Rosetti sancionó correctamente el penal. Villa no titubeó y
remató cruzado, abajo y muy esquinado. Barthez adivinó pero no pudo
evitar la caída de su valla.
Parecía que el primer tiempo terminaba de esa forma, pero el equipo
de Domenech reaccionó. Vieira envió un gran pase en profundidad,
Ribery picó al vacío y eludió a Casillas. Con el arco libre y ante
el intento desesperado de los defensores españoles por cerrar, el
jugador del Olympique de Marsella tocó a la red y anotó el empate.
La paridad volvía a reflejarse en el resultado y llegaba el
descanso.
La historia cambió en el arranque de la segunda etapa. España yo no
manejaba el partido como en el período inicial, por lo que la
selección francesa se vio obligada a tomar las riendas y salir a
buscarlo cerca de Casillas. Asumió el riesgo, entonces. Y a
los seis minutos casi mete el segundo. Malouda recibió un pase en
profundidad y practicó una pirueta algo extraña (mitad tijera, mitad
vaselina sutil) que Casillas desvió con lo justo.
Francia era más claro a la hora de pensar en el arco de
enfrente, aunque le faltaba profundidad en los metros finales y
dependía mucho de lo que pudiera hacer Ribery. Y los españoles,
lentamente y de la mano de Joaquín, iban dejando esa tibieza con la
que habían empezado el segundo tiempo.
Fue Joaquín justamente quien armó una linda jugada por derecha, dejó
en el camino a Abidal y, antes del cierre de Makelele, metió un
zurdazo mordido que pegó en la parte exterior de la red. El tiempo
pasaba y había olor suplementario en Hannover. Sin embargo, a siete
minutos del final, Francia iba a dar el golpe. Puyol cometió
una dura falta contra Henry y del tiro libre llegó el desnivel.
Zidane el centro al área, la pelota se desvió y por el segundo palo
apareció solo Vieira. El volante central cabeceó y Sergio Ramos se
llevó la pelota por delante. Casillas no pudo hacer nada. Y los de
Domenech daban vuelta el resultado. Sólo tenía que aguantar la
ventaja.
Quedaba poco y nada por jugar. España fue como pudo. A los tumbos,
desordenado y sin ideas. De esa forma le fue imposible ante un
conjunto francés que se cerró muy bien en el fondo y aprovechó la
primera que tuvo de contraataque. En el primer minuto de descuento,
Wiltord (había reemplazado a Henry) dejó solo a Zidane por la banda
izquierda. Y Zizou, con la calidad y la tranquilidad que lo
caracterizan, demostró toda su jerarquía: enganchó ante Puyol
y definió al palo derecho de Casillas. La diferencia de dos iba a
ser imposible de revertir.
La suerte española concluía y los de Aragonés recibían una nueva
bofetada en su poco exitosa historia mundialista. Francia, en tanto,
obtenía un triunfo luchado y merecido, más que nada por la ambición
evidenciada en la última parte, y accedía a cuartos. Ahora lo espera
nada más y nada menos que Brasil, que buscará vengarse de la final
de 1998, cuando Zidane y compañía goleaban 3-0 y se quedaban con el
título en París.
Todo sobre el Mundial de Fútbol 2006 Alemania
Fuente:
http://www.clarin.com
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