Las empresas que ya ganaron el
mundial
Por qué el país que obtenga la
Copa recibirá un “bonus” del 0,7% en su PBI..
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La pelea de las marcas
por morder en un Mundial hipertelevisado y caro: pautar en partidos
de la Selección en un canal líder costará $ 4 millones. El reparto
de una torta publicitaria extra de $ 70 millones. El estallido del
consumo de electrodomésticos e indumentaria.
No será mucho? El Mundial domina la atención de los argentinos hasta
un límite inimaginable. La ensalada celeste y blanca de cánticos,
goles relatados, ídolos pasados o futuros, cábalas, hinchas
espontáneos y sponsors oficiales se impone en la calle y, encima, es
amplificada por los medios. Las empresas, siempre pendientes del
humor del público, pueden adherir en mayor o menor medida a la
fiebre del Mundial; lo único que no pueden hacer es obviarlo.
Algunas, porque el impacto sobre su actividad es directo; otras,
porque deben evitar que el ruido de Pekerman y los suyos les pase
por encima.
No, no es mucho. Nadie puede decir "a mí el fútbol no me interesa".
Un estudio de un banco internacional asegura que una buena
performance deportiva impacta en forma directa sobre la confianza de
los consumidores y de los mercados. Sectores como la indumentaria
deportiva o las cadenas de retail buscan exprimir a fondo los meses
de euforia. Los marketineros buscan todas las vueltas posibles para
pegarse al tema. Y además, la televisión. El Mundial genera una
torta publicitaria extra estimada en $ 70 millones. Los partidos de
la Argentina tendrán un nivel de audiencia único. En la negociación
se mezclan tarifas igualmente únicas, los privilegios de los
auspiciantes de la AFA y la FIFA y una incertidumbre: sólo la pelota
dirá de cuántos partidos estamos hablando.
ES EL MUNDIAL, ESTÚPIDO. Un estudio del banco holandés ABN Amro
lleva por nombre "Soccernomics". Y pone números a una presunción: un
buen resultado deportivo empuja a la economía. "El ganador de una
Copa Mundial disfruta un ‘bonus’ de crecimiento económico del orden
del 0,7%, en promedio. El efecto económico de la actuación en el
campo de juego es fundamentalmente psicológico; en otras palabras,
es el ‘buen humor’ de los mercados. Consumidores más felices tienden
a consumir más. Dejando de lado que los festejos en el país ganador
van a durar más (lo que significa mayor volumen de ventas) y que
habrá un mercado para cuanta promoción pueda existir relacionada con
el fútbol, es innegable que consumidores con confianza gastan más",
asegura el estudio.
Esa expectativa de alto consumo es el punto de partida para que
nadie quiera quedarse afuera de un Mundial hipertelevisado: cuatro
canales de aire y uno de cable transmitirán los partidos. Para
empezar, nadie espera que haya anunciantes, aún los más fuertes, que
pauten en todos ellos. Hay que elegir y las tarifas de los paquetes
que armaron los canales son altas. Según fuentes del mercado
publicitario, el costo de ser main sponsor en Canal 13 o Telefé
oscila entre los $ 4 y los 4,5 millones; en TyC Sports, América TV o
Canal 9, desciende entre $ 1,5 y $ 2 millones. Esa condición asegura
exclusividad dentro de la categoría, una presencia fuerte en todos
los partidos e incluso en noticieros o programas afines.
Para los que no lleguen a ese monto, existen paquetes por sumas
menores, sin exclusividad y con menos segundos. Algunos acuerdos ya
se cerraron (ver recuadro) y otros se están negociando contrareloj.
De los grandes anunciantes, el que demoró su decisión de cerrar un
convenio de exclusividad con un canal es Quilmes. Un dato importante
es que la FIFA prohibió las sobreimpresiones en pantalla durante los
partidos, para privilegiar la visión de la publicidad estática del
campo de juego. Algunos interpretan que esa restricción incluye
también las PNT en off que hacen los relatores, algo habitual en las
transmisiones de fútbol local. ¿Qué pasa si la participación
argentina se reduce a tres partidos, como en 2002? La inversión se
redistribuye en la transmisión del resto del torneo, e incluso en
otros programas. El monto pactado no se modifica, en ningún caso.
Un ejecutivo de los medios asegura que, pese a lo que podría
creerse, tanta movida no evitará que los canales queden con las
cuentas en rojo: "El Mundial, en sí mismo, no es un gran negocio. No
creo que los canales lleguen con facilidad al punto de equilibrio,
considerando lo que se paga por los derechos de transmisión y por el
costo de producción: un técnico trabajando un mes en Alemania puede
costar 8 o 10 mil euros. Algo se compensará con lo facturado en
mayo; muchos anunciantes que pautaron fuerte". ¿Por qué, entonces,
quitarse los ojos para ser el-canal-del-Mundial? Por razones de
posicionamiento. "El que quiera tener alguna chance en la pelea por
el rating, no puede quedarse afuera del Mundial", concluye el
ejecutivo.
Los sponsors de AFA y de FIFA tienen el privilegio de poder igualar
la oferta de sus competidores y ocupar su espacio. En caso de que
colisione el interés de un auspiciante la AFA con otro de FIFA –Quilmes
contra Budweiser, por caso- tendrá prioridad el de la FIFA. ¿Qué
actitud seguirán los que no tienen ninguna de las dos etiquetas?
"Todavía no cerramos nada para pautar en los partidos, en los que
por supuesto no tenemos prioridad. Pero eso no nos perjudica, porque
los horarios de los partidos son diurnos, fuera del prime time, que
sigue vigente. Y allí, seguiremos estando", señaló Martín
Cortabarria, gerente de Marketing de Pepsi. La compañía plantó en
spots a su "equipo Pepsi", con figuras locales y extranjeras.
También se alió en promociones con Movistar, otro que tiene
restricciones porque un competidor –CTI- es sponsor de la AFA.
"Necesitábamos un partner en tecnología y Movistar es líder en su
mercado," explicó Cortabarria.
Para Valeria Beola, gerente general de Universal McCann, anunciar en
televisión en este Mundial va a ser "particularmente caro" por tres
razones: "El costo de los derechos que pagan los canales es muy
elevado, los paquetes de los canales incluyen el interior del país y
las tarifas de la tevé ya estaban en un nivel alto". La ejecutiva
asegura que aunque el Mundial desate una fiebre particular,
recomienda a sus clientes invertir fuerte sólo si tienen un plan
consistente en relación al fútbol. "No se trata sólo de tener la
plata para pagar un paquete. El que quiera identificar su marca con
el fútbol, tiene que trabajar pensando en el largo plazo. Hacer
apariciones esporádicas o intermitentes no trae buenos resultados,"
señaló.
Algunos datos del estudio "Consumo de medios en el Mundial de Fútbol
2006", realizado por Universal McCann, parecen darle la razón. La
investigación, concretada en marzo sobre 500 casos en Buenos Aires,
Córdoba y Salta, apuntó entre otras cosas a conocer qué marcas
vincula el público con el fútbol y con el Mundial. En algunas
categorías (ver cuadros) hay sponsors de la AFA que lograron menos
identificación que competidores que no lo son. Es el caso de
MasterCard frente a Visa o de Volkswagen frente a Ford. El Banco de
la Nación, auspiciante de la AFA, ni siquiera aparece entre los
bancos más mencionados.
LOS SUPERCLÁSICOS. El Mundial desata el capítulo argentino de
algunas de las megapeleas globales, como Coca-Cola vs. Pepsi, Visa
vs. MasterCard o Adidas vs. Nike. Pero no todo es marketing; para
algunos, es la hora de vender. Es el caso de la indumentaria
deportiva, un negocio que el año pasado facturó en la Argentina $
1.300 millones. Este año, potenciado por la fiebre mundialera,
esperan un incremento del 30%, según explican en Adidas.
Otro sector para el que el Mundial es clave es el de
electrodomésticos, en especial los televisores. Y también tiene su
propia guerra publicitario-futbolera. Philips, sponsor de la FIFA,
prometió que si la Argentina gana el Mundial, regalará a quienes
compraron un aparato de su línea más cara otro igual. Sanyo,
"proveedor oficial" de la AFA, picó en punta con la producción
nacional de televisores LCD y armó planes con precios especiales
bajo el slogan "no somos exitistas como otros".
La demanda de televisores, con picos habituales en el invierno y
hacia fin de año, se concentró en el primer semestre. Las cadenas de
retail se suman al juego. Enrique Germano, director comercial de
Garbarino explicó que las promociones se potencian: "A las acciones
que hacemos las cadenas, se suman los planes de crédito de los
bancos y la oferta de los fabricantes. La categoría televisores va a
subir entre 20 y 30% en relación al año pasado".
El ejecutivo recuerda con desdén que "en 2002 no hubo Mundial" y
asegura que lo que distingue a este año futbolero es el salto de
tecnología: el incipiente mercado de los plasma y los LCD vendió
12.000 unidades en 2005. Según Germano, empujado por el fútbol,
llegará a los 60.000 este año; en Sanyo aspiran a quedarse con un
tercio de esa torta. Garbarino facturó en mayo un 30% más que en el
mismo mes de 2005; en la categoría televisores, la suba superó el
60%.
GOLAZO. En el ABN Amro no tienen dudas: el que gana, crece: "Los
negocios pueden verse afectados por la evolución de la actuación
futbolística de una selección: un país que atrae la atención por
ganar la Copa, tendrá mayor facilidad para establecer relaciones
comerciales y conseguir inversores". En Brasil ya lo entendieron;
una misión comercial ya está trabajando en Alemania. Si Messi,
Crespo y compañía andan derechos, los festejos en el tablón llegarán
también a muchas oficinas..
Todo sobre el Mundial de Fútbol 2006 Alemania
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