QUE ES UNA NINFOMANA
Sin duda
alguna quien sienta deseos de desacreditar a una mujer no dudará en
calificarla de ninfómana y bajo tal calificativo nos imaginaremos a
un ser, de sexo femenino naturalmente, perverso, incontrolable, de
mirada desorbitada y destinada fatalmente a ser transportada en el
viaje final por "la carroza del diablo".
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Sin embargo, ¿quién
es realmente una ninfómana? El término proviene del culto politeísta
Greco-latino en el que las diosas Ninfas eran divinidades de los
ríos, de los bosques y de las montañas. Entre otras cosas se les
consideraba especialmente aptas para los lances amorosos "ligeros".
Etimológicamente la palabra significa únicamente “joven mujer".
Es difícil encontrar el momento, en el que el término adquiere la
connotación peyorativa agregándole lo de manía, pero existen algunos
textos médicos, del más alto nivel científico en los que ya
encontramos esta denominación. Así por ejemplo en un libro francés
titulado "Higiene de los Órganos Genito urinarios del hombre y de la
mujer" de 1878 escrito por el Dr. Tartenton, encontramos una
deliciosa descripción del tema que nos ocupa, y dice textualmente:
"esta enfermedad nerviosa específica de la muje también es llamada
-furor uterino- se caracteriza por una tendencia irresistible a los
placeres del amor... esta enfermedad se reconoce por los siguientes
síntomas: imaginación ardiente, deseos violentos... el rostro puede
ser pálido o rubicundo no siempre expresa el estado de extremo ardor
que atormenta a estas desgraciadas... no es raro que la muerte
llegue para terminar estos horribles sufrimientos".
Resulta verdaderamente increíble pensar que un texto médico,
supuestamente científico, tenga tanto parecido con un escrito que
bien pudiera encontrarse en un libro religioso. Es claro que se
considera como "enfermo" el que una mujer tenga tendencia a los
"placeres del amor", para el autor una imaginación ardiente es
síntoma de “enfermedad" al igual que los deseos ardientes. Sin duda
por el rostro podremos reconocer a una mujer "ninfomana" y nunca
fallar puesto que las pálidas lo son igual que las rubicundas,
¿quién se salva? máxime si su rostro no siempre expresa el estado
referido. En pocas palabras el "diagnóstico" queda en manos de los
deseos y el juicio muy personal del que lo hace.
Lo que raya en la más absoluta maravilla es el tratamiento que para
la "ninfomanía" propone el Dr. Tartenton: "el tratamiento de la
ninfomanía consiste en baños prolongados y medicamentos
antiespasmódicos empleados a dosis elevadas. La satisfacción de los
apetitos sexuales agrava más el padecimiento en vez de aliviarlo,
hay que apartar de la paciente toda causa de excitación, incluso si
es necesario secuestrarla y aislarla así como obligarla a ejercicios
físicos sostenidos, especialmente la gimnasia" No cabe duda que la
"ninfomanía", y sobre todo su tratamiento según el mencionado
galeno, permitiría cosechar un buen número de medallas olímpicas en
gimnasia, cosa que debiera tomar en cuenta el Comité Olímpico
Mexicano.
Años después surge otra publicación que aun siendo clave para el
desarrollo de la disciplina científica de la Sexología, no deja,
sobre todo por la época en que fue escrita de ser poco objetiva y
sobre todo llena de juicios morales; y es importante aclarar que los
valores morales, siendo muy respetables, no son precisamente lo más
apegados ni a la ciencia ni a la verdad. Me refiero a la obra
Psychopathia Sexualis de Krafft-Ebing que fuera publicada en 1906.
En ella me encontré la descripción de un caso de "ninfomanía" que me
hizo pensar en muchas mujeres que conozco, que son profundamente
respetables y productivas y, que de haber vivido a principios de
siglo hubieran terminado sus días en un manicomio. Se trata del caso
# 190, de la Sra. E. de 47 años de edad: "... casada a los 19 años.
Aunque su marido era viril, sostenía relaciones con amigos de sexo
masculino. A pesar de ser consciente de la abominable naturaleza de
su conducta se encontraba impotente para refrenar su insaciable
apetito. Sin embargo guardaba las apariencias. Fue internada en seis
ocasiones".
También son interesantes los comentarios finales que hace Krafft-Ebing
sobre "el padecimiento": "la ninfomanía crónica debilita la moral
pública y lleva a ofensas a la decencia. Pobre del hombre que caiga
en las manos de tan insaciable Mesalina pues sufrirá de pesada
neurastenia e impotencia como consecuencias inevitables. Estas
infortunadas mujeres diseminan el espíritu de la lujuria,
desmoralizan a su entorno y se convierten en un peligro para los
hombres jóvenes..."
Lo verdaderamente terrible es que muchos de estos criterios de fines
del siglo pasado y principios del actual sigan siendo sostenidos por
muchos profesionales que por desgracia desconocen el estudio y
conocimiento científico de la Sexología. Así Kinsey en su encuesta
nos revela que el 1% de las mujeres habían tenido coitos
premaritales con más de 20 compañeros sexuales y hoy en día no son
infrecuentes las mujeres, aun en México, que han tenido varios
compañeros sexuales y no por ello son ni enfermas ni
"degeneradas"; si acaso podemos pensar que no son como la mayoría,
pero ello no las hace ni mejores ni peores.
El equivalente de la "ninfomanía" en el hombre es lo que se llama
"Satiriasis" y de esta última me ocuparé en otra colaboración.
En resumen yo diría que la mejor definición de "ninfómana" o
"sátiro" es: cualquier persona que haya tenido o tenga -más parejas
o relaciones sexuales que uno mismo o misma.
QUE BUSCAN LOS HOMBRES DE LAS MUJERES?
SEXOLOGIA y SEXUALIDAD EN ARGENTINA
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