Qué tiene que tener un cuadro para
valer millones?
Se considera
que el arte es una inversión más segura que otras opciones
financieras.
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La anécdota es conocida. Dice que
Pablo Picasso pidió la cuenta en un restaurante y el dueño,
emocionado por la visita se negó a cobrarle. Aunque qué feliz lo
haría, le dijo, que el comensal le hiciera "un dibujito" ahí nomás,
en el mantel. Picasso sonrió: "¿Quiere que le pague una comida o que
le compre el restaurante?". Picasso acertó el concepto, pero midió
mal. Con una obra suya hoy se puede comprar una cadena de
restaurantes.
Esta semana las cifras conmovieron: 95,2 millones de dólares por
Dora Maar con gato, de Picasso, que quedó segunda en la lista de
obras mejor vendidas en una subasta. 40,3 millones por La arlesiana,
Madame Ginoux, de Vincent Van Gogh, 34, 7 millones por otro Picasso,
El reposo.
No es sencillo determinar qué factores hacen que un cuadro tenga ese
valor. Que Joven con pipa —otra vez, Picasso— se haya vendido en
2004 a 104 millones de dólares, por ejemplo. Hipótesis hay varias.
Para David Norman, vicepresidente ejecutivo de Sotheby's —donde ayer
se vendió Dora Maar...— el valor de esa obra tuvo que ver con que
"hay millonarios que están dispuestos a pagar precios altos por
obras que son muy raras, como las de este período, que casi no hay.
Tiene que ver con la demanda..."
"La obra vale lo que se paga, Si no hay ningún postor, no vale
nada", dice con crudeza Hugo Petruchansky, profesor de Arte del
Siglo XX de la UBA.
Para Cristina Carlisle, representante de la subastadora Christie's
en la Argentina, "el mercado es una mezcla de gusto, calidad de la
obra, estado de conservación y procedencia. Además, es preciso que
sea una buena obra dentro de la carrera del artista".
Claro que cuando las obras las valora el mercado, además de mirar la
obra hay que mirar con un ojo qué pasa donde circula el dinero:
"Actualmente —dice la representante de Christie's— se prefiere
invertir en arte porque hay menos confianza en los mercados
financieros. Hay mucha volatilidad financiera por las guerras, el
petróleo, entonces en medio de todo esto, la obra de arte resulta
ser algo único y es una excelente inversión. Como no hay confianza,
por todo lo que pasó con las grandes compañías que defraudaron a los
inversores, desde hace dos años no hay techo para las subastas".
Claro que a la hora de cotizar, el mercado apunta al centro: los
latinoamericanos, los africanos, los asiáticos, miran esos números
muy desde abajo. El argentino más cotizado, por ejemplo, es Antonio
Berni: Desocupados se vendió en 800.000 dólares. Boubacar Traore,
historiador del arte senegalés, entiende que "la carga simbólica del
arte europeo no la tiene ni el africano ni el latinoamericano".
Mercados, precios, finanzas. ¿Por qué creer, en este juego, que una
obra mantendrá su valor. Carlisle dice que hay algo más que
negocios: "Las obras tienen valor, eso está probado. Pero también
dan placer, se goza de ellas. No es un papel económico volando en el
ciberespacio".
IMAGEN ESPACIAL SIMILAR A CUADRO DE VAN GOGH
CUADRO DE KATE MOSS EMBARAZADA
100 milones de dolares por un cuado de PICASSO
Subastan objetos de Marilyn Monroe
PINTORES
PINTORES 2
Fuente:
http://www.clarin.com
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