Confirman una condena por mala praxis para un
famoso cirujano plástico
Se trata de
José Juri. La Cámara Civil porteña dictaminó que debe indemnizar con
$ 200 mil a una paciente que se sometió a una operación estética en
su cara y cuello. Pero que ahora padece una discapacidad permanente
en un hombro y un brazo, provocada, según la Justicia, por la
intervención
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La Justicia porteña ratificó esta tarde
una condena contra el cirujano plástico José Juri, quien deberá
indemnizar con $ 200 mil a una mujer que sufrió una discapacidad
permanente en un hombro y un brazo luego de someterse a una
operación estética.
El fallo fue dictado por la sala "A" de la Cámara Civil porteña, al
considerar que la paciente, de 65 años, "se sometió a una cirugía
para embellecer su imagen, con el indudable afán de mejorar su
estética, pero obtuvo el resultado de una importante
discapacidad permanente, inimaginable a la hora de adoptar dicha
decisión".
La mujer se sometió en octubre de 1999 a un lifting de cara y
cuello en la clínica de Juri, pero luego comenzó a tener
serios problemas de salud que la obligaron a realizarse dos
intervenciones más.
Poco después, inició una demanda judicial contra el cirujano. Al
respecto, los peritos del Cuerpo Médico Forense determinaron que la
paciente tenía "el hombro derecho caído", lo cual le limita la
elevación del brazo, hecho que atribuyeron a que la operación a
la que fue sometida consistió en "el abordaje postero-superior de
cara y cuello".
Los especialistas agregaron que, "en el caso, la cirugía practicada
habría sido de gran extensión subdérmica, para buscar el
máximo levantamiento de los tegumentos" y que "evidencia de ello son
las prolongadas cicatrices de compensación en la zona occipital y
cuello posterior".
Los camaristas Hugo Molteni, Jorge Escuti Pizarro y Ana María Luaces
calificaron a las conclusiones de "contundentes", tuvieron en cuenta
que la historia clínica de la paciente está "incompleta" y
admitieron a los testigos que aseguraron que la mujer carecía de esa
lesión antes de la operación.
"Adviértase, además, que a raíz de la intervención, tuvo que
recurrir a diversos profesionales para practicarse importantes
exámenes, como así también debió disminuir su actividad social
producto de las secuelas padecidas, según se puso de manifiesto con
las declaraciones testimoniales", explicaron.
Por esos motivos, los jueces entendieron que "es incuestionable
la responsabilidad atribuida al cirujano por el daño padecido" y lo
condenaron a pagar $ 55 mil por incapacidad sobreviniente y otros $
50 mil por daño moral, lo cual sumado a los intereses alcanza un
monto total de $ 200 mil
Fuente
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