8 pantallas de plasma
para reproducir la vida real
Una
tecnología que cada vez se acerca más por la disminución de precios.
Ya es posible encontrar pantallas de plasma de 42 pulgadas por menos
de 7000 pesos. Hacia dónde van estos equipos de grandes dimensiones
para la visualización
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¿Se puede
soñar con paredes completas de una casa recubiertas de una pantalla
de televisión? ¿Es ciencia ficción más cercana a un cuento de Ray
Bradbury -como podría ser La sabana- que a las reales
capacidades técnicas para construirlo?
Como van las cosas, y gracias a una tecnología en particular, parece
que dentro de no mucho tiempo podremos llegar a verlo hecho
realidad. Nos referimos a las pantallas de plasma, que en menos de
un lustro tuvieron una profunda transformación en tamaño y en la
erosión de los precios.
Hace algún tiempo, el límite de dimensiones de una pantalla y
televisor de plasma eran 42 pulgadas. Los precios, francamente
prohibitivos para cualquier bolsillo de clase media. Hoy se ha
duplicado, o más, esa cantidad de pulgadas y ya hay equipos con un
precio cercano a los 6000 pesos, que permiten empezar a soñar con la
posibilidad de poder comprar un plasma.
Ya que hablamos de tamaño, recordemos el impresionante panel de 103"
de Panasonic presentado en la CES este año, la feria de electrónica
de consumo que se realiza en Las Vegas.
Cómo trabaja
La tecnología de plasma, o también conocida como PDP - siglas
en inglés de plasma display panel - fue desarrollada en la
Universidad de Illinois en Urbana-Champaign por Donald L. Bit- zer y
H. Gene Slottow para conectar al sistema de computación Plato, y vio
la luz en 1964. En un principio sólo como paneles monocromáticos; en
pocos años se vislumbraron las posibilidades económicas que ofrecía:
era posible construir televisores absolutamente planos, a diferencia
de los que tienen voluminosos tubos de rayos catódicos (CRT), y
además, de enormes dimensiones para la época.
Cuando pensamos en un panel o una pantalla de plasma tenemos que
hacernos la idea de una matriz formada por miles, o millones, de
celdas alineadas. Cada una de éstas, que llamaremos pixeles, está
formada por tres subceldas que generarán rojo, verde y azul, que
combinados darán todo el espectro de la luz visible.
Sin caer en tecnicismos diremos que cada celda o pixel tenemos que
imaginarlo como una burbuja recubierta de una capa de fósforo que
contiene el plasma, formado por gases inertes como el neón.
Toda la matriz de minúsculas celdas tiene en las caras anterior y
posterior del panel una serie de electrodos. Cuando se hace circular
la corriente, se excita el gas en las celdas y eso hace que el
fósforo emita luz, que tendrá el color de la subcelda (rojo, verde o
azul).
Casi todos los plasmas tienen una relación de aspecto (ancho x alto)
de 16:9, llamada widescreen , que es la misma proporción que
encontramos cuando vamos al cine.
Pero hay términos que a veces se confunden. Para empezar, que esa
proporción implique alta definición, también conocida HD o high
definition . Que un plasma tenga una relación de aspecto 16:9 no
significa necesariamente que alcance los 1280 x 720, la resolución
mínima para considerarse de alta definición. Existen plasmas que
tienen la proporción mágica de 16:9, pero pueden tener de
resolución 704 x 480.
Segunda cuestión, no todos los plasmas son compatibles con la
televisión digital, tan de moda hoy en día ante la inminente
decisión del Gobierno por una u otra norma.
Recordemos que hay en danza tres estándares para elegir. Existe la
norma norteamericana (ATSC), la europea (DVB) y la japonesa (ISDB).
Nuestro vecino del Norte, Brasil, acaba de decidirse por la norma
que viene desde el imperio del Sol Naciente.
Cualquier plasma con tecnología digital que se elija, habrá que
comprar seguramente, además, un decodificador para la norma digital
que se implante, hasta que los equipos comiencen a venir de fábrica
con este chip incluido.
Recordemos que se venden plasmas con o sin sintonizador; la
diferencia, que sea sólo una pantalla o que también pueda utilizarse
como televisión.
Otro tema que siempre es motivo de consulta, y sobre el que hay
muchos mitos, es la supuesta poca duración de un plasma. Según se
estima, a las 20.000 horas de uso habrá perdido el 50 por ciento del
brillo, un valor similar al de cualquier televisor de tubos de rayos
catódicos.
El futuro del plasma
¿Hacia adónde va esta tecnología? Hasta hace un tiempo parecía que
entre los plasmas y las pantallas de cristal líquido (LCD) había una
frontera infranqueable: los primeros se fabricaban a partir de las
42" y los segundos, hasta las 30 o un poco más.
Por una cuestión de costos de fabricación, a mayores dimensiones era
más conveniente una pantalla de plasma. Pero los LCD comenzaron a
aumentar paulatinamente su tamaño. Hoy encontramos de 46 o 48".
Según analistas del mercado, esto no significa la partida de
defunción de los plasmas.
El plasma seguirá siendo un refugio para las grandes dimensiones, y
por su bajo costo relativo con respecto al LCD, una opción más
atractiva. Si hablamos de la continua disminución de precios de los
productos tecnológicos, tal vez no sea descabellado hablar dentro de
poco tiempo de un plasma de 42 pulgadas por menos de 5000 pesos.
Fuente
Plasma o LCD?
DIFERENCIAS ENTRE TELEVISORES DE PLASMA Y DE CRISTAL LIQUIDO
TODO SOBRE LOS TELEVISORES DE PLASMA
COMO ELEGIR UNA TELEVISION
TV LCD de 65 pulgadas
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