GRAN HERMANO LE
GANGO A TINELLI EN SU DEBUT
Era la noche más esperada. La
pelea entre David y Goliat. Y ganó el más
chico, el desconocido, el candidato a perder en boca de
los encuestadores de la nada.
Siete chicos ignotos,
con apenas tres meses de exposición pública contra el monstruo
televisivo de 18 temporada consecutivas de éxito comprado.
Era una masacre
asegurada. Durante todo el día las radios de capital y algunas que
parecen pero son barriales -Vale... aclararlo- y los sitios de
internet adelantaban diferencias abismales para Tinelli.
Las decenas de tapas
de revistas traían sonidos de eufórica victoria. Pero, a
veces, la televisión no tiene lógica y ayer quedó demostrado que los
partidos hay que jugarlos en la cancha y duran 90 minutos.
Por un lado el
impresionante despliegue de figuras como Moria Casán, Carmen
Barbieri, Nazarena Vélez o Silvia Süller,
dispuestas a bailar y pelearse con el fin de brindarle el triunfo a
su conductor. Toda la carne al asador. Todos los gritos, los
insultos y las amenazas se desplegaron casi desde el primer minuto.
Quedó claro que este año, más allá de un supuesto triunfo
final de "Bailando por un sueño", la consigna es alimentar el
escándalo, importando menos los soñadores o las técnicas de baile.
Nada para reprochar. Una forma de hacer televisión que a Marcelo le
dio réditos y lo convirtieron ya en un fenómeno social.
Del otro lado, con la
derrota como única compañera, cedida por críticos y especialistas,
salió a la cancha "Gran hermano". Eran las figuras
más reconocidas de la televisión contra siete chicos acusados desde
todos los ángulos de no hacer nada. Un éxito que, hasta el momento,
se basaba en la falta de competencia, como le gustaba repetir más de
una vez los impunes que se esconden en un blogger.
Pero pasó lo que
nadie esperaba. Se rompieron todos los pronósticos. Siete chicos
anónimos, con vidas sin demasiado vuelo, comunes, lograron concitar
la atención de la gente.
Siete familiares,
menos famosos aún y con un miedo atroz, fueron capaces de transmitir
uno de los momentos más emocionantes de la noche. Ninguna
pelea, ninguna puteada, ninguna amenaza pudo contra la fresca e
inocente sonrisa de Morena, la hija de Diego.
En ese preciso
momento, una beba sin conciencia den los que sucedía a su alrededor,
le sacaba más de 10 puntos de diferencia al ídolo más ídolo de
todos.
Fue nada más y nada
menos que eso, apostar al sentimiento. No había nadie gritando ni
agitando una pelea por momentos patética. Ganó el que tenía que
perder. Hoy es noticias porque un equipo chico supero al grande, al
candidato de todos, el que tiene los mejores jugadores, todos
dispuestos a pegar patadas cuando el técnico lo indique.
Fue una noche
especial. Ganó David, con una gomera y con toda la
gente en contra. Eso transforma en algo tan lindo esta denominada
guerra de la tele. Entre "Gran hermano" y Tinelli
existió un ganador. En realidad, ayer gano la gente. Todo lo que
pase de ahora en más es simple bijouterie
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