INVASION DE
MOSQUITOS
Las
altas temperaturas y, sobre todo, el agua acumulada en lo que va del
año provocaron una invasión de estos molestos insectos, que persiste
en forma constante desde hace 40 días. Este hecho inusual hizo
crecer el negocio de los repelentes más de 30 por ciento y causa
inquietud entre las autoridades sanitarias, que estiman que en 2008
podría haber muchísimos más
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Las nubes de
mosquitos persistirán en la ciudad y en el Gran Buenos Aires al
menos por las próximas dos semanas, a pesar de que a estas alturas
del año tienden a desaparecer como consecuencia de las menores
temperaturas.
Precisamente, ayer fue una jornada agobiante, con 36,6° de sensación
térmica y, según las autoridades ambientales porteñas, a causa del
calor y de las frecuentes lluvias todavía se mantienen los
reservorios de agua. Allí depositan sus huevos los Ochlerotatus
albifasciatus y los Culex pipiens, las dos variedades de mosquitos
silvestres más vivaces y comunes del país.
En lo que va de abril cayeron 170 milímetros, casi el doble del
promedio mensual.
Pero esto apenas comienza. El año próximo, según el director del
Instituto Pasteur, Oscar Lencinas, la situación puede resultar peor.
En los cálculos del médico veterinario existe una acumulación tal de
huevos depositados que el verano de 2008 encontrará nuevamente a los
porteños y bonaerenses luchando a brazo partido contra los
mosquitos.
"Los huevos duran hasta 12 meses y el año que viene va a ser peor,
porque las lluvias y las temperaturas permitieron una reproducción
explosiva", dijo Lencinas.
El especialista agregó que estos insectos pueden soportar
temperaturas menores a los 15°, aunque su actividad disminuye
considerablemente. "Las menores temperaturas no los matan, pero
dejan de picar y de poner huevos, con lo cual se cortaría un círculo
vicioso. Este año, en cambio, se fueron acumulando cada vez más
huevos y, en términos matemáticos, habrá cada vez más mosquitos",
expreso Lencinas.
"Los huevos de estos mosquitos pueden hibernar y, si las condiciones
de humedad se mantienen en el invierno, en primavera van a salir
nuevamente", expresó, a su vez, el subsecretario de Medio Ambiente
de la ciudad, Hernán Díaz Saubidet, que no descartó un panorama
complejo para 2008.
"No queda otra que fumigar; estamos utilizando tres productos
insecticidas diferentes para que los mosquitos no generen
resistencia", añadió el funcionario porteño. En la ciudad esa
cartera realizó unas 300 aplicaciones mensuales desde enero pasado
y, sin embargo, los mosquitos persisten.
Ayer la sensación térmica ascendió a 36°6 y la temperatura fue de
31°8 en su momento pico, con lo cual las condiciones para la
proliferación de los voraces insectos resultan ideales. Según el
pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), hoy se
producirían nuevas precipitaciones y un brusco descenso de la
temperatura (sobre lo que se informa por separado).
"La demanda de repelentes superó holgadamente los niveles
históricos", afirmó el director institucional de la cadena de
supermercados Wal Mart, Gastón Wainstein. "Ha sido una temporada
extraordinaria de venta de repelentes y, si bien es un producto de
consumo masivo en verano, esta vez siguió con una fuerte demanda en
abril", consideró el ejecutivo de Wal Mart. Las ventas superaron en
30 por ciento a las del año pasado, aunque estos datos todavía no
están cerrados, dado que la fuerte demanda continúa estable.
Ventanas cerradas
Calor y mosquitos: una combinación muy poco saludable para realizar
cualquier tarea y, menos aún, si eso requiere estar al aire libre.
Elena Lugo vive en Ezeiza. Desde hace semanas que toma el recaudo de
mantener las ventanas y puertas cerradas para que no ingresen los
mosquitos.
"No podemos salir y a la tardecita nos invaden", dijo Lugo, que
asegura no soportar más el vehemente zumbido de los insectos por la
noche. Esto le ha valido paseos insomnes por su casa con un ejemplar
de diario en la mano para eliminar ejemplares de gran porte.
"En la zona no se consiguen más repelentes y estos bichos te comen
viva", se quejó y, agregó, que ayer aparecieron por las calles de su
barrio las autoridades municipales para realizar fumigaciones. El
panorama es similar en todo el conurbano bonaerense.
En cuanto a los faltantes de repelentes y productos para
contrarrestar el ataque de los mosquitos, registrados en comercios
de la Capital y del Gran Buenos Aires, el representante de Wal Mart
sostuvo que, al igual que en otras cadenas de supermercados, están
intentando normalizarlo.
"Se ha trabajado intensamente en términos de abastecimiento de las
sucursales y hemos tenido que ser bastante creativos para corregir
el sistema", explicó Wainstein, al tiempo que añadió: "Observamos
que la computadora encargada de pedir determinada cantidad de
productos de acuerdo a la estacionalidad no estaba ajustada a esta
sobredemanda de productos repelentes para estos meses".
Por Franco Varise
De la Redacción de LA NACION
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