Se roban una playa

En Hungría se vio, con el robo de una playa entera, que la inseguridad no es patrimonio exclusivo de la Argentina

La inseguridad, el desconcierto y “los amigos de lo ajeno” no son patrimonio exclusivo de la Argentina: en algunos países, pocas veces protagonistas de noticias, a veces se roban hasta la playa.

Hungría es el último de los ejemplos. Los pobladores de una pequeña localidad se acostaron con la esperanza de disfrutar al día siguiente de una jornada de playa pero cuando se despertaron descubrieron que ya no estaba: se habían robaron hasta la arena.

Cabañas de madera, hamacas, sombrillas y, sí, arena, fue el botín con el que se alzaron unos pícaros que todavía no fueron descubiertos pero que se cree podrían pertenecer a algún país vecino.

La playa se construyó artificialmente en la localidad de Mindzetas para que, con sus 6 mil metros cúbicos de arena ahora robada, fuera la estrella de un exclusivo complejo turístico. En invierno poseía un sistema por el cual quedaba completamente cubierta y a resguardo de la inhóspita intemperie.

Sin embargo, uno de los empresarios y responsables del proyecto, Etelka Repas, sólo le quedó el recuerdo y la desazón –en aumento- por tal terrible hecho: "Es increíble. Nunca me hubiera imaginado que era posible robar una playa entera”, atinó a decir

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