AFRA VAZQUEZ - LA LOLITA QUE SE VIENE CON TODO

Con apenas 18 años, se inició en el mundo del modelaje cuando obtuvo la primera mención en el scouting de Dotto Models, gracias a su belleza exótica

La pequeña Afra creció mirando revistas de moda y jugando a posar como una top frente al espejo en su casa de Villa Devoto. A los trece años hizo su primer trabajo, un comercial de una gaseosa en Chile. Pero fue por una absoluta casualidad o una feliz coincidencia que Afra logró alcanzar más rápido a su meta. “Hacía tiempo que le venía diciendo a mi papá que quería que me llevara a la agencia de Pancho Dotto. Pero un día mi tía Mabel, que es azafata, se encontró con Pancho arriba de un avión. Ella le mostró una foto mía que llevaba en la billetera, él le pidió los datos y le dijo que me anotara en el scouting que estaba organizando. Ni bien aterrizaron mi tía me llamó para contarme todo, me anoté y acá estoy”.

Afra tiene 16 años, 48 kilos distribuidos armoniosamente en 1,71 m. de altura, una mirada penetrante, un pelo ondulado y larguísimo que le llega hasta la cintura y la sensualidad de una belleza inocente. Atributos que la ayudaron a obtener la primera mención especial en el concurso de Dotto –la misma distinción que años atrás recibieron Liz Solari y Betiana Wollemberg– y un futuro prometedor en el Olimpo de las modelos argentinas. “Afra tiene una belleza clásica, es fresca y a la vez distinguida –resume Dotto–. Características que hoy, que se impone un tipo de belleza más moderna, no son fáciles de encontrar. Estoy convencido de que ella va a ser una verdadera top, tiene mucho equilibrio y, sobre todo, mucho ángel”,

Después del concurso, Afra pasó el verano en La Fontana, la chacra marítima que Dotto tiene en Punta del Este. “Cuando llegué a La Fontana fue como un sueño, algo que hasta hace poco me parecía inalcanzable y que sólo podía vivir a través de la tele o de las revistas. A mis compañeros de la Escuela Cristiana Evangélica Argentina también les llama la atención que me dedique a esto. Algunos me cargan, otros me ven en las revistas y me felicitan, muchos me preguntan cómo es desfilar al lado de Pampita o de Rocío Guirao Díaz. Igual yo trato de separar las cosas, quiero dedicarme a mi carrera pero también terminar el secundario y después estudiar Psicología”, comenta Afra, con la emoción y el entusiasmo propios de su adolescencia.

Y aunque a ella misma le cueste creerlo, Afra ya realizó comerciales en el exterior, importantes producciones para las principales revistas de moda y también fue elegida para suceder nada menos que a Dolores Barreiro en la campaña otoño-invierno de Jazmin Chebar. El desafío no es menor, esta vez la reconocida marca no recurre a una celebrity para protagonizar su campaña –en otras oportunidades convocó a Celeste Cid y Dolores Fonzi– apostó por una cara nueva. “Para nosotros es muy importante que las modelos aporten algo distinto y particular a las campañas. Hicimos muchos castings con chicas de Argentina y de Brasil, hasta que finalmente encontramos la modelo ideal. Afra reúne todas las condiciones que buscábamos: frescura, espontaneidad y al mismo tiempo un toque de sofisticación. A pesar de ser muy joven tiene una mirada muy especial, con mucha fuerza y personalidad.”, explica Claudio Drescher, director de Jazmin Chebar. “Frente a la cámara es muy desenvuelta y segura –comenta Cecilia Glik, la fotógrafa que trabajó en la campaña–. Además tiene una belleza infantil pero sexy a la vez. Es muy tierna y femenina”

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